Indonesia, Filipinas, Malasia, Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón y Timor Este se han comprometido, «antes de que sea demasiado tarde», a salvaguardar el Triángulo de Coral, una inmensa zona marítima del Pacífico llamada «el Amazonas de los mares» porque concentra la mayor diversidad de especies marinas del mundo y esa riqueza es comparable con la biodiversidad terrestre del Amazonas.

Científicos australianos y el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) advirtieron de que «si el mundo no actúa urgentemente contra el cambio climático, los arrecifes del Triángulo de Coral desaparecerán con el siglo», una pérdidas que podría afectar gravemente, en el peor de los escenarios, a cien millones de personas del sudeste asiático y el Pacífico por la destrucción de su medio de vida.

Asimismo, se produciría un aumento de la pobreza, mayor escasez de alimentos, un deterioro económico y posibles migraciones de la costa a áreas urbanas y hacia los países desarrollados vecinos como Australia y Nueva Zelanda.

«Sólo una acción efectiva contra el cambio climático y contra los problemas derivados de la sobrepesca y la contaminación evitará una catástrofe», concluyeron.