UNB Obenasa Navarra debuta este tarde a las 18.00 en el pabellón de La Granadilla de Badajoz ante el Arranz Jopisa Burgos en la fase de ascenso a Liga Femenina. Badajoz acoge la gran fiesta de la segunda categoría del baloncesto femenino, donde ocho equipos lucharán por un mismo objetivo: ganarse un puesto entre la élite, lo que para Obenasa Navarra supone una doble vertiente. Por un lado, revivir el espíritu del antiguo CBN -histórico del baloncesto vasco en la Liga Femenina, extinto por razones económicas y reflotado en su versión masculina- y ser el segundo equipo vasco en la máxima categoría, compartiendo liga con Hondarribia-Irun.

La expedición navarra partió el martes al mediodía rumbo a tierras extremeñas con el objetivo claro de alcanzar las semifinales y ahí conseguir una de las dos plazas que darán derecho a jugar la próxima temporada en Liga Femenina. Obenasa Navarra llega en un buen momento de forma, refrendado en sus últimos partidos de liga, así como en los amistosos que ha disputado. El equipo navarro, además, no tiene que lamentar ninguna baja en su plantilla a excepción de Orinta Kavaliauskaite, lesionada en su rodilla.

La emoción por la posibilidad de ascenso es evidente en su plantilla como, por ejemplo, la estadounidense Kate Mills. «Estoy muy emocionada, es mi primera fase final. Tengo muchas ganas de ver qué podemos hacer. Cuando llegué no sabía muy bien el nivel del equipo, pero cuando hicimos la pretemporada y nos acoplamos todas, vi de lo que era capaz el equipo, así que esperaba que pudiéramos alcanzar la fase de ascenso».

Ventajas de una plantilla larga

Tres partidos en tres días, cuatro si se llega a semifinales. Los dos primeros clasificados de cada grupo accederán a las semifinales, donde los dos equipos ganadores obtendrán el ascenso a la Liga Femenina.

En total, un sprint largo que pueden acusar las plantillas que menos efectivos empleen en la cancha, como puede ser el Universitario de Ferrol, el tercer equipo al que se enfrentará el club navarro. Según la escolta Nerea Méndez, la profundidad de banquillo es una de las características del conjunto iruindarra, por lo que se muestra ilusionada y muy optimista.

«Veo bien al grupo. Aunque llevamos muchos meses compitiendo y hay cansancio, el equipo tiene mucha ilusión y queremos llegar a la semifinal y ganarla. Hemos demostrado que tenemos una plantilla larga, y cuando dosificamos bien los cambios, éstos no se notan. Pero son cuatro partidos en los que te puede salir uno mal y se acabó lo que se daba».

Su primer encuentro será el más difícil. El Arranz Jopisa Burgos cuenta con una buena plantilla, en la que jugadoras como Barthold, Dimitrova, Heikes o Macia cobran un papel protagonista, con el objetivo de recuperar una plaza en Liga Femenina, donde ha militado varias temporadas, llegando a disputar play offs por el título.

El Hochland Viladecans será el siguiente rival del Obenasa. Este choque se disputará mañana, a partir de las 20.00. Según el técnico navarro, César Rupérez, «este equipo ha jugado cuatro fases de ascenso en los últimos cinco o seis años, de modo que no les falta experiencia. Es además un equipo de una alta rotación y con un poderío anotador desde el perímetro muy importante, ya que no sólo sus exteriores, sino que también sus interiores son capaces de anotar de tres puntos».

El Universitario de Ferrol, el sábado a las 20.00, depende casi en exclusiva de su quinteto titular. Si las de Rupérez controlan a las Dieng y Tudanca, es posible que las navarras se encuentren en la semifinal, el sábado. Los ganadores de ambas semifinales tendrán su boleto para Liga Femenina y, en el caso de las iruindarras, devolver el basket navarro al lugar de donde no debió salir.