El nuevo peaje de Biriatu abrió ayer sus cabinas pero las obras todavía continúan
La nueva barrera de peaje de la autopista A-63 que se encuentra en la localidad labortana de Biriatu se abrió ayer al tráfico a partir de las ocho de la mañana. No obstante, la antigua barrera todavía no se ha retirado.
Idoia ERASO |
Para dar respuesta al tráfico en continuo crecimiento en la autopista A-63, que une Gipuzkoa y Lapurdi, se ha aumentado la capacidad del peaje de Biriatu. Después de que las obras estén terminadas en su totalidad, serán veinte los pasos utilizables.
Inaugurada en 1976, la antigua barrera se sitúa a 300 metros de la que se abrió ayer. La construcción de esta nueva instalación ha sido necesaria debido a los continuos embotellamientos y a las retenciones que se suelen crear a ambos lados del Bidasoa, de forma especial en los meses estivales.
«Mejorar el flujo»
Además del aumento de cabinas, también se ha tratado de optimizar el peaje. Con esta nueva infraestructura se pretende aumentar la capacidad de la estación de peaje, mejorar el flujo del tráfico y también aumentar la seguridad. Asimismo, se construirán paneles de contención acústica para beneficiar a los vecinos, así como a la propia seguridad de los conductores.
Uno de sus principales objetivos es aliviar el tráfico de cara al verano. Ayer todavía se registraron retenciones porque los vehículos aún deben atravesar el antiguo peaje, y porque no se ha acondicionado todavía todo el espacio correspondiente a las filas de los automóviles y los vehículos de gran peso. La circulación, por consiguiente, sigue siendo todavía bastante caótica.
En el año 2008 utilizaron esta autopista 26.500 vehículos cada día, de los cuales 8.000 fueron vehículos pesados. La adaptación tendrá un coste total de 30 millones de euros.
A causa de las obras de ampliación de la A-8, los dos carriles en sentido Donostia entre Zarautz y Aritzeta permanecerán cerrados desde mañana a las 22.00 hasta las 9.00 del sábado.
La autopista AP-1, que discurre entre Eibar y Gasteiz, quedará abierta al tráfico en su totalidad a partir del 22 de mayo, el próximo viernes, una vez que finalicen las obras del tramo Eskoriatza-Arrasate, según informó ayer la Diputación guipuzcoana.
El portavoz de la institución foral, Eneko Goia, informó de que, aunque se había anunciado la apertura total de la AP-1 para el mes de junio, los trabajos se han adelantado y finalmente será el 22 de mayo cuando se ponga en servicio esta infraestructura, diez años después del comienzo de las obras. El tramo que aún queda por abrir, que discurre entre Eskoriatza y Arrasate, tiene 6,4 kilómetros, y su construcción se había retrasado a causa de unos derrumbamientos ocurridos en uno de los túneles tras un corrimiento de tierra.
Tras la apertura total de la vía, se establecerán los peajes en toda la autopista. Hasta la fecha, el tramo Eskoriatza-Gasteiz era gratuito. Las tarifas se aprobarán previsiblemente en el consejo de diputados de la próxima semana, pero Goia adelantó que serán acordes a las de otros tramos de la AP-1 y a las de otras carreteras de Gipuzkoa.
