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Declaración de apoyo al 21-M

Personas referentes apoyan la huelga para «encauzar la rabia y denunciar»

Denunciar los «atracos sociales», demandar cambios reales y profundos, exigir responsabilidades y remarcar que los trabajadores no son una mercancía de negocio de unos pocos son algunas de las razones expuestas ayer por personas referenciales de distintos ámbitos para mostrar su firme apoyo a la huelga general, que consideran «aire fresco para recuperar dignidad» y una respuesta a la hipocresía y las mentiras.

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Amaia ZURUTUZA | DONOSTIA

Personas procedentes de diferentes ámbitos de la sociedad vasca presentaron ayer en Donostia una declaración de apoyo a la convocatoria de huelga general que los sindicatos LAB, ELA, ESK, STEE, EHNE e HIRU han convocado para el próximo día 21.

En representación de las más de 60 personalidades que se han adherido a la declaración, -lista completa en la página siguiente- y recordando que sigue abierta la opción de sumarse, Nekane Altzelai, ex parlamentaria de EA, y Patxiku Irisarri, ex secretario general de EHNE, animaron a la ciudadanía a participar en la huelga general «frente a la crisis económica-financiera que está golpeando de forma grave a los trabajadores y a los sectores populares».

Una convocatoria sindical que, según afirmaron, ofrece a los ciudadanos la posibilidad de «encauzar la rabia y denunciar», y que consideraron, no solo idónea, sino proporcionada a la envergadura «de las agresiones y consecuencias económicas y sociales que estamos padeciendo». Consecuencias tales como un «incremento galopante del desempleo, medidas regresivas en materia de empleo y salarios, discriminación de la mujer, miles de EREs o situaciones límite en sectores específicos como autónomos, falsos autónomos, comerciantes, transportistas, arrantzales, agricultores o ganaderos».

Recordaron en la declaración que «la avaricia especulativa, la negligente y flexible regulación de los mercados financieros, las imprudentes prácticas bancarias, las estrategias empresariales inmorales que compiten en beneficios ante la mirada atónita de la sociedad o las políticas fiscales de las administraciones públicas totalmente condescendientes con el beneficio empresarial» son algunos de los elementos que han conformado un cuadro macroeconómico que. «en difinitiva, muestra el fracaso de una globalización neoliberal liderada y gestionada por el capitalismo financiero y especulativo».

Fracaso de un modelo que entienden está basado en la acumulación y especulación de la riqueza. Consideran que esta realidad tiene que dar paso a nuevas concepciones económicas y sociales sobre el papel del Estado y del sector público.

En este sentido, manifestaron que las administraciones públicas «no han hecho sino hipotecar el reparto social de la riqueza con las decisiones que han tomado». Decisiones tales como «la reducción del Impuesto de Sociedades, la supresión del Impuesto de Patrimonio, la reducción del gasto social o la realización de infraestructuras faraó- nicas e innecesarias con dinero público».

Soberanía para decidir

Señalaron, además, que las políticas empresariales y públicas están condicionadas en Euskal Herria por un marco jurídico-político que niega a las instituciones vascas «capacidad y soberanía para abordar y decidir sobre medidas económicas y sociolaborales propias». Consideraron que esta realidad tiene como consecuencia «una depen- dencia y subordinación con las actuaciones adoptadas por los Gobiernos de Madrid y París».

En este contexto afirmaron que los debates y propuestas que se han establecido a nivel estatal «sin determinación ni contenidos en el propio marco vasco», pretenden soslayar la problemática estructural surgida. Una actuación que «vuelve a situar a la clase trabajadora y a las capas populares como únicos paganos de sus efectos directos o colaterales».

Denunciaron, asimismo, «la enorme hipocresía» de los responsables económicos y políticos, que siguen «sin asumir ningún tipo de responsabilidad», mientras apelan a los trabajadores al sacrificio.

Calificaron, asimismo, de hipócritas las demandas de compromiso a la clase trabajadora cuando «hasta hace poco, los empresarios se dedicaban a acumular beneficios y las administraciones, sin necesidad de diálogo social alguno, se dedicaban a dar cobertura unilateral a los empresarios con sus políticas públicas».

Deudas e hipotecas

No dudaron en definir de «enorme cinismo» exigir responsabilidad y colaboración a sindicatos y trabajadores mientras muchas empresas y bancos «cierran sus ejercicios con cantidades ingentes de beneficios. Y que a pesar de ello las administraciones bajen los impuestos a las rentas del capital, aprueben de forma masiva expedientes de regulación que dejan a miles de trabajadores en la calle o con reducciones salariales y adopten medidas para salvar a entidades financieras con dinero público mientras a los ciudadanos nos siguen apretando las deudas y las hipotecas».

Ante la situación que se vive subrayaron que «estamos ante la obligación de combinar la denuncia» y «la demanda». Denunciaron de «los atracos sociales y sus responsables», delitos sociales que «no conllevan responsabilidad ni política ni judicial alguna». Y demanda de un modelo económico y social que aborde el reparto de la riqueza con políticas fiscales, sociales y salariales que respondan realmente a un reparto real.

Por todo ello, afirmaron que la convocatoria de la huelga general es «un aire fresco para recuperar dignidad» en la defensa de los derechos laborales y sociales de los trabajadores. Un aire freco que refuerce una posición de clase ante «tanta mentira e hipocresía» en los discursos de la patronal y gobiernos.

Entendieron que esa respuesta remarcará que los trabajadores «no son una mercancía para el negocio de unos pocos», y dirá «con fuerza» que este modelo económico y social necesita de cambios reales y profundos. En definitiva, «para exigir soberanía económica y sociolaboral que dé una proyección real y objetiva a un diálogo social autónomo y con contenidos».

Recordaron que en Europa se han realizado ya varias huelgas generales y citaron las registradas en Bélgica, Grecia, Italia o el Estado francés. Afirmaron que al igual que la sociedad europea «tenemos que ser parte de este movimiento de denuncia y protesta ante la situación actual y de exigencia de otro modelo económico y social».

Respuesta contundente

Por ello, finalizaron su intervención animando a la sociedad vasca a dar una respuesta contundente y a expresar su compromiso en defensa de los derechos de los trabajadores el próximo 21 de mayo.

El llamamiento no cuenta con el respaldo de formaciones como el PNV y ayer su portavoz parlamentario en Gasteiz, Joseba Egibar, respondió, a preguntas de los periodistas sobre la convocatoria de la mayoría sindical vasca, que la huelga general «no es la terapia» para salir de la crisis. Afirmó también que a su partido le ha «sorprendido» el apoyo de EA a la huelga y recordó que los últimos gobiernos fue un consejero de EA, Joseba Azkarraga, el titular de Empleo.

La Federación Sindical Mundial muestra su respaldo a la huelga

La Federación Sindical Mundial, de la que forma parte el sindicato LAB, respaldó ayer la huelga general en un comunicado dirigido «a la comunidad internacional». Afirmó que reafirma su «plena solidaridad con los compañeros de LAB» y exigió a los gobiernos de Lakua e Iruñea que atiendan y solucionen las exigencias planteadas por los sindicatos. GARA

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