El cadáver del montañero cuya pista se perdió el domingo en el monte Anboto fue hallado ayer en una arista cercana a la cumbre. El hallazgo se produjo a la mañana en una zona de difícil acceso, próxima a Frailea, un pico del citado monte vizcaino.

Pese a que más tarde fue la Ertzaintza quien aseguró haber encontrado el cuerpo, un montañero que colaboraba en las labores de búsqueda telefoneó a GARA en torno a las once de la mañana para dar cuenta del hallazgo. Media hora más tarde se confirmó la noticia de manera oficial. Esta persona mostró también su malestar por el hecho de que los ertzainas no aceptaran la colaboración que les ofrecieron varios vecinos de los caseríos de Arrazola.

Tras el hallazgo, un helicóptero se desplazó hasta el lugar para rescatar el cuerpo sin vida del fallecido, un hombre de 37 años, vecino de Ortuella y padre de dos hijos. Según informó el Departamento de Interior del Gobierno de Gasteiz, todos los indicios apuntan a que el montañero sufrió una caída por un desnivel de unos 15 metros de altura, lo que le provocó la muerte.

La alarma por su desaparición saltó en la mañana del lunes, cuando sus familiares alertaron de que el vecino de Ortuella no había regresado a casa después de que el día anterior se desplazara hasta Anboto para hacer senderismo. Su furgoneta se hallaba en el aparcamiento de Arrazola, por lo que desde el primer momento se descartó la hipótesis de que hubiera desaparecido por voluntad propia.

También se supo que el mismo domingo el montañero había telefoneado al 112 para saber cómo actuar ante una tormenta en la montaña, aunque no aportó más datos acerca de su paradero.

Otro cadáver en el río Ega

Por otro lado, el cadáver de un hombre sin identificar de unos 80 años fue encontrado ayer en el cauce del río Ega a su paso por Lizarra. En concreto, el cuerpo sin vida del anciano apareció entre el puente de la Vía y la puerta de acceso de la Ikastola de Lizarra, en la zona de los columpios. Al parecer, fueron unas alumnas de este centro educativo quienes localizaron el cadáver y llamaron a 112, tras lo que se desplazaron hasta el lugar agentes de la Policía Local y Foral.

Fuentes de la Policía Municipal barajaron la hipótesis de que el hombre se hubiera desplazado desde el Asilo de Ancianos de San Jerónimo, próximo al lugar, teniendo en cuenta que en el momento del hallazgo vestía un pijama y zapatillas de casa. Sin embargo, tanto desde esa residencia como desde otros centros para la tercera edad del municipio afirmaron que no habían advertido la ausencia de ninguno de sus residentes, por lo que esta primera hipótesis quedaría descartada.

En última instancia serán los resultados de los análisis de las huellas dactilares y de la autopsia las que arrojen luz sobre la identidad del fallecido.