«Yatero» o la silenciada lucha del maquis en Granada
A veces podría dar la impresión, por el ingente material dedicado, como si la muerte de García Lorca hubiera sido el hecho más relevante de la represión de la posguerra en Andalucía. «Los hijos de la noche» recupera para la memoria a otro protagonista, el maquis.Amaia EREÑAGA | DONOSTIA
«Si entierras a alguien sin los debidos honores, termina abriéndose la tumba. Los muertos vuelven sobre uno». La frase es de Francisco Ruiz Esteban, autor de «Los hijos de la noche» (Caja Granada, distribuido por Elkar), un recorrido e incluso, por qué no, una reivindicación de la lucha de la guerrilla antifranquista entre 1939 y 1951 en Granada occidental, una zona donde la resistencia fue particularmente numerosa, con partidas de incluso doscientas personas en activo. Clandestinidad, la ilusión troncada de lograr la caída del franquismo, represión, miedo, cárcel, muerte, exilio... todo ello narrado en un estilo que roza casi el reportaje, ya que el autor ha tenido que realizar un importante trabajo de campo para recabar los pocos testimonios que quedan y escarbar entre la escasa documentación existente, para la que sus protagonistas siguen siendo bandoleros o, simplemente, vencidos.
A Francisco Ruiz Esteban, actualmente técnico de Pedagogía de Adultos en la comarca de Guadix, la historia de Yatero y su partida le surgió cuando preparaba su tesis doctoral en Historia. Gran conocedor de la realidad de América latina, comenzó a «husmear» en la historia de su zona y se topó con Juan Francisco Medina García, Yatero, un hombre de origen humilde del que «te hablan tanto desde el sector vencedor como desde los vencidos, y llegas a la conclusión de que es un hombre bastante carismático y con una gran capacidad de persuasión para dar a conocer el por qué de su lucha. También con una capacidad de análisis sobre la situción y una objetividad y un sentido de lo que tiene que ser la lucha armada por obligación, causando el menor daño posible a la parte contraria y al pueblo en sí, lo que lo convierte en una persona digna de admiración». A través de la historia de Yatero y de su partida, en «Los hijos de la noche» se propone un recorrido a fondo por la resistencia antifranquista: la pérdida de la guerra, con un Yatero oficial del Ejército republicano que es apresado al volver a su casa, la huída y el «echarse al monte», la resistencia junto a otros compañeros, la represión desenfrenada contra quienes les ayudaron -«hoy en día todavía hay miedo», apunta el autor ante la reticencia de algunos testigos a hablar-, el papel del Partido Comunista de apoyo, primero, y luego de abandono a su suerte de los combatientes, y, finalmente, la decisión de dejar la lucha entre los años 46-47 ante la constatación de que los aliados no iban a ayudar a echar a Franco.
Algunos siguieron en el monte hasta el año 51. Yatero está enterrado cerca de Tours, en Langeais, a donde escapó con su familia lejos de la España negra.
«Es lógico que la derecha, los vencedores, los olvidaran, pero lo que es triste es que la izquierda haya renunciado tan tajantemente y con tanta mezquindad a aquellos que en su día apoyaron».
«Yatero vislumbra claramente que hasta el 47 es posible la victoria, pero que de ahí en adelante es imposible. Aprovecha la infraestructura del PC y con el máximo de hombres consigue llegar a Francia»