Gates anuncia una respuesta rápida si Pyongyang amenaza a EEUU o a sus aliados
La Administración Obama advirtió ayer de que no aceptará una Corea del Norte con armamento nuclear, mientras que China pidió calma a la comunidad internacional ante las pruebas que está realizando Pyongyang en los últimos días. Su secretario de Defensa, Robert Gates, anunció que su país responderá si las «ambiciones nucleares» de Corea del Norte suponen una amenaza para EEUU o sus aliados, y acordó una vía de actuación multilateral con Japón y Corea del Sur.
GARA |
«El programa nuclear de Corea del Norte constituye una amenaza para la paz y la estabilidad regionales» y «no nos quedaremos de brazos cruzados», señaló el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, en el marco de una conferencia sobre seguridad celebrada en Singapur, en una clara advertencia hacia Pyongyang, aunque no detalló cómo sería la respuesta e insistió en que EEUU no contempla en estos momentos aumentar sus fuerzas militares en Corea del Sur o Japón.
Gates respondía de ese modo al ensayo nuclear llevado a cabo el lunes por Corea del Norte, seguido de seis disparos de misiles de corto alcance, y advertía también a las autoridades norcoreanas de que Washington reaccionará ante la proliferación nuclear. «La transferencia de armas o material nuclear por Corea del Norte a estados o a actores no estatales sería conside- rada como una grave amenaza para EEUU y sus aliados. Y consideraremos a Corea del Norte como plenamente responsable de esos actos», indicó.
La víspera, Pyongyang lanzó otro misil, reiteró que adoptaría medidas de autodefensa y advirtió de que tomará cualquier actuación en su contra, incluida la adopción de sanciones, como una vulneración del armisticio en vigor desde 1953 en la península coreana, un documento en el que Naciones Unidas es parte beligerante.
Carrera armamentística
Desde Singapur, Gates recordó que tras la elección de Barack Obama en enero «la política de EEUU no ha cambiado: nuestro objetivo es garantizar la desnuclearización de la península de Corea y no vamos a aceptar una Corea del Norte con armas atómicas». Consideró que la actitud de Pyongyang no representa «por el momento» una amenaza militar directa para EEUU o para sus aliados, pero podría provocar una carrera armamentística en Asia.
«Si siguen por ese camino, las consecuencias para la estabilidad de la región serán significativas», vaticinó Gates, quien comparó a Corea del Norte con Irán y pidió «sanciones duras» para ambos.
Los rumores sobre posibles nuevos lanzamientos de misiles por parte de Pyongyang se multiplicaron ayer. Fuentes anónimas citadas por la agencia surcoreana Yonhap indicaron que Corea del Sur dispone de recientes imágenes de satélite que revelan movimientos en instalaciones militares, en concreto mencionan fotografías de un tren de carga que transporta algo que podría ser un misil de largo alcance.
Por su parte, Moscú y Tokyo coincidieron ayer en que el ensayo nuclear norcoreano merece una respuesta firme y representa «un desafío» a la seguri- dad internacional.
Calma y mesura
Mientras, China, considerado el país con más peso en las negociaciones diplomáticas con las autoridades norcoreanas y otrora el mayor defensor de Pyongyang, pidió calma a la comunidad internacional. «La península coreana debe avanzar hacia la desnuclearización y esperamos que todas las partes interesadas mantengan la cabeza fría y respondan con mesura al problema» para poder lograr ese objetivo, manifestó el general Ma Xiaotian, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército de Liberación Popular chino, quien matizó que su país rechaza cualquier tipo de proliferación nuclear.
Los dos países que más temen que el régimen de Kin Jong-il adquiera armamento atómico, Corea del Sur y Japón, instaron a la ONU, en el marco de la conferencia de Singapur, a castigar a Pyongyang, pero sin mencionar la palabra «sanción».
El ministro surcoreano de Defensa, Lee Sang-hee, apostó por resolver el problema de manera pacífica en el marco de las conversaciones a seis bandas, pero dejó claro que la provocación de Corea del Norte no debe quedar impune. Su colega nipón, Yasukazu Hamada, calificó la prueba nuclear de «grave amenaza a la seguridad de toda la comunidad internacional».
En una reunión trilateral, Gates, Lee y Hamada reafirmaron su compromiso de trabajar en un frente común para lograr el objetivo de desmantelar las armas atómicas de la península. «Si Corea del Norte piensa que esta vez va a ser recompensada por sus errores, se equivoca», aseguró Lee.
Según un miembro de la delegación estadounidense, concluyeron que «las negociaciones a seis siguen siendo el vehículo principal» para solucionar el problema, pero al mismo tiempo «debemos pensar en que podemos hacer más para ejercer presión (sobre Pyongyang) y para preparar nuestras propias defensas» en caso de que fracasen los esfuerzos diplomáticos.
Ministros, jefes de las Fuerzas Armadas y expertos incidieron en la Conferencia Asiática de Seguridad en la importancia de colaborar en materia de seguridad y profundizar en el diálogo para afrontar las amenazas y los retos regionales y globales.