El ambiente de ayer en el pabellón Anaitasuna de Iruñea volvió a recordar al de las grandes citas. Bajo una nube de ikurriñas y banderas de Nafarroa, los discursos de Doris Benegas y Arnaldo Otegi -quien acudió como invitado- lograron poner en pie a los asistentes en incontables ocasiones. En Iruñea se llevó a cabo el acto más multitudinario de la campaña hasta la fecha.

Las primeras palabras de Arnaldo Otegi nada más subir al estrado, tras la intervención de Doris Benegas, fueron de agradecimiento para los «hombres y mujeres» de Iniciativa Internacionalista, y de crítica para el resto de las formaciones vascas. «Poniendo su compromiso revolucionario encima de la mesa han sido capaces de dar voz a la izquierda abertzale. Si la mayoría de las partidos políticos de Euskal Herria hubiese tenido el 10% de la dignidad, el compromiso revolucionario y militante de Iniciativa Internacionalista con la izquierda abertzale, hacía tiempo que no habría Ley de Partidos en el Estado español. Sois los mejores, y para nosotros, siempre lo seguiréis siendo», afirmó un Otegi emocionado, lo que provocó una ola de aplausos y ovaciones.

Respondía de ese modo al saludo enviado por la candidata número dos al Parlamento Europeo por II-SP, Doris Benegas, quien previamente había lanzado «un saludo contaminadísimo hasta la médula» a los asistentes al acto. Otegi situó el momento político actual en el mismo ciclo abierto tras el acuerdo de Lizarra-Garazi, aunque, haciendo autocrítica, reconoció que «el Estado español ha sido capaz de poner en marcha una estrategia de bloqueo eficaz, la cual no hemos sido capaces de romper». Una estrategia que, según explicó, a la par de reprimir a la izquierda abertzale, también ha buscado «llevar al PNV a la senda de los intereses de Estado, convirtiéndola en una fuerza regionalista».

«Nacimos para ganar»

No obstante, Otegi quiso trasladar un mensaje positivo al recordar que «está claro que hay condiciones para el cambio en este país». «Existe una mayoría popular que quiere que se respete el derecho a decidir de Euskal Herria, así como todos los derechos políticos y sociales», afirmó, e incidió en la idea de que la izquierda abertzale «no nació para resistir y responder, sino para ganar; nacimos para ganar y vamos a ganar».

En ese contexto, abogó por conformar «un bloque histórico liderado por la izquierda abertzale junto con otros para llevar el proceso de liberación nacional hasta el final». Otegi enumeró los tres pasos que, a su juicio, se deberían de seguir para poder llevar a buen puerto esa iniciativa. «Lo primero para desbloquear la situación es sumar fuerzas a la izquierda del PNV, sin prisas, pero con paso firme; debemos formar un bloque histórico y popular que reivindique con nitidez la independencia de Euskal Herria».

El siguiente paso consistiría en «reforzar la relación con la comunidad internacional, porque la resolución del conflicto se tiene que dar en el contexto europeo». Y, por último, concluir el proceso de negociación iniciado en Loiola. El mensaje al Ejecutivo español fue claro: «Habrá que jugar la segunda parte del partido que algunos abandonaron en una ciudad centroeuropea en el anterior proceso». Asimismo, insistió en que «no hay más solución que la negociación», y respondiendo al ministro español de Interior, Alfredo Pérez-Rubalcaba, concluyó que «o negocian o negocian».

Por todo ello, Otegi instó a los presentes a «llenar las urnas de votos» el 7 de junio. También llamó a «las gentes de EA y a los independentistas del PNV, de Aralar y de IU» a votar a Iniciativa Internacionalista. De ese modo, según afirmó Otegi, se prodrá volver a encauzar un proceso democrático para Euskal Herria. Un proceso que se debe dar «mediante el acuerdo y la negociación». Subrayó además que «somos fuertes en la negociación, porque tenemos la razón; lo que nosotros exigimos no lo puede refutar nadie en términos democráticos».