Alpinismo Actividades
Goteo de excelentes escaladas en la cordillera de Alaska
Helander y Holden se hacen con la primera absoluta de la Ice Piramid. Mientras, Haley y Artun se llevan, entre otras, la tercera repetición de la vía francesa al Mt. Hunter. También se abren nuevas rutas en el Mt. Grovesnor, Mt. Church y el Mt. Huntington.
Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA
La temporada en la cordillera de Alaska está ofreciendo unos excelentes resultados. Las actividades que os traemos a estas páginas se centran en picos fuera del circuito oficial del gran protagonista de la zona: el Denali. Esto, ni mucho menos, no desmerece la aportación realizada por un importante grupo de alpinistas. Son montañas mucho más bajas que la reina de Alaska, pero las dificultades técnicas, de aproximación... le dan un plus esencial de cara a enteder y valorar cada actividad.
Empezamos la crónica de estas nuevas y muchas aportaciones por el Ice Pyramid. Se trata de un pico que no llega a los tresmil metros, 2.919, pero hasta el día de hoy no se había realizado su primera ascensión absoluta.
El honor ha recaído en los estadounidenses Clint Helander y Seth Holden. Una cordada que se llevó el premio de la edición anterior de los Mugs Stump. Los alpinistas apostaron por la exploración en un monte que se encuentra al suroeste de Alaska, a unos 200 kilómetros del Denali. Una montaña de las menos visitadas de la zona, y es que, en estos últimos 40 años, cuenta con escasasísimas visitas. Los estadounidenses ya lo intentaron el año pasado a lo largo de su arista suroeste; fueron 18 largos repartidos en tres días de ascensión.
Como se quedaron con las ganas, Helander y Holden volvían para terminar la misma ruta. Durante el primer día, escalaron 14 largos, y en el segundo, tras algunos problemas con la nieve, hicieron cima. 800 metros de línea y dificultades técnicas de V+, 60º, 4/5 escala de Alaska.
Siguieron explorando la zona, y todavía tuvieron tiempo para realizar otra actividad. Esta vez, escalaron por un couloir de unos 800 metros en plena pared oeste que les llevaría hasta la arista noroeste. Una actividad dura de AI5+/6, con sólo cuatro tornillos de hielo y algún pitón. Helander resumía así su viaje al Ice Pyramid. «Para nosotros ha sido la culminación de un año de formación y de pensamientos obsesivos. El sueño se ha hecho realidad gracias a nuestra pura voluntad y fe, y a la ayuda de los premios Mugs Stumps».
Tercera a la francesa
Otros dos alpinistas, estos más de moda o mediáticos por sus excepcionales actividades de estas últimas temporadas, se han paseado por uno de los picos emblemáticos de la cordillera central: el Mount Hunter. A estas alturas, el lector ya conocerá los nombres del noruego Bjorn-Eivind Artun y del estadounidense Colin Haley.
Pues bien, entre otras actividades, la cordada firmaba en un estilo muy bueno la tercera repetición de la vía francesa del 84. Tenían tres semanas por delante, y la verdad, como dice Haley, las aprovecharon muy bien. «El tiempo en el mes de mayo fue bastante bueno. Para calentar nos hicimos con el corredor norte del Mini Moonflower, un sub-pico del Hunter. Para terminar con la aclimatación, subimos la cara oeste del Kahiltna Queen, con mucha nieve y constantes coladas durante todo el descenso».
Ya estaban a punto para darle a unos de los objetivos: la Bibler-Klewin de la norte del Hunter. Abierta en 1983, recorre una línea estética de hielo. Empiezan en ensamble por la zona expuesta de seracs. Superada la sección, el noruego se enfreta a una zona llamada la «hongos de la muerte», unas setas de nieve muy peligrosas. Les pilla la noche, pero logran alcanzar el campo de hielo donde encuentran una grieta para poder descansar. Ya de día, se dirigen a la cumbre, pero el tiempo empeora. Las rachas de viento cada vez son más violentas, y a escasos 100 metros de la cima, los dos escaladores se dan media vuelta.
Descienden por la misma ruta, 1.300 metros de rapel, pero ya el viento no les molesta tanto. «Se nos quedó una sensación agridulce. Dulce, porque la vía es muy bonita y porque la subimos rápido (16 horas) y en estilo ligero. Amargo, porque nos detuvimos en la parte superior de la ruta y no pudimos terminar con nuestro objetivo», adelanta Haley.
Solamente recordamos que la ascensión más rápida hasta la fecha de esta ruta la firmó la cordada suiza compuesta por Simon Anthamatten y Ueli Steck. La escalada desde el base hasta la grieta les llevó 14 horas. En total, la ida y vuelta de la actividad les costó aproximandamente 36 horas.
No demasiado a gusto con el resultado final de esa ascensión, la cordada noruega-estadounidense se decanta por volver a la misma montaña. Ya que la táctica de no realizar ningún vivac en la vía Bibler-Klewin les funcionó bien, los alpinistas decidieron utilizar la misma táctica, pero, en esta caso, para la vía francesa de 1984 o couloir norte.
Para Haley, esta ruta es muy evidente y lógica. «Además es muy valiente, porque aborda el headwall de la parte superior, mientras otras líneas lo evitan. Tiene tramos de hielo empinado, y escalamos bastante cómodos. Para refugiarnos del viento y pasar unas horas descansando, topamos otra grieta pero no tan cómoda como la de la Bibler-Klewin. Hicimos cima, pero no rapelamos por la cara norte. Por puro capricho, descendimos por la arista oeste; no fueron tantos rápeles, pero sí muy agotador».
Más aperturas
Otros que también se han dejado ver en este temporada alpinística de Alaska han sido los británicos Jon Bracey y Matt Helliker.
Estos escaladores se decantaron por una zona, Ruth Gorge, bastante conocida para la comunidad alpinística; y es que allí se alzan moles tan representativas como Mt. Bradley, Mt. Wake, Mt. Johnson, Mt. Grovesnor, Mt. Dickey...
Los británicos se metieron de lleno en la cara norte del Grovesnor, y en una escalada de 12 horas (20 en total entre subida y bajada) firman una nueva ruta: Meltdown (ED, V, M6, 1.600 m).
Después de esta actividad, Bracey y Helliker se fueron al Church; de nuevo a otra cara norte. Allí abren: From Whom the Bell Tolls (ED2, 6, 1.150 m) en 10 horas (17 campo-campo).
Y terminamos este goteo de aperturas y notables repeticiones con las actividades firmadas por el equipo estadounidense Jay Smith y Jack Tackle. En dos semanas y media de estancia en Alaska, estos veteranos alpinistas se llevaron cuatro nuevas aperturas. Para Tackle, ha sido un viaje inolvidable. «Desde 1976, con 28 viajes, éste ha sido sin duda el mejor».
Destacamos dos de esas escaladas. La primera en el Huntington: la vía Prizefight (V, 5.9R, WI4+/5, M6) de 18 tiradas en 39 horas y con solo tres horas de vivac. Y la segunda, en la cara norte del Thunder Mountain: (VI-, WI6, M6/7 y 20 largos).
Tras 40 años y escasas visitas, los estadounidenses Clint Helander y Seth Holden escalan por primera vez el aislado Ice Pyramid (2.919 m). Fue al segundo intento, y los alpinistas necesitaron dos días para completar la ruta.
El noruego Artun y el estadounidense Haley se quedan a escasos 100 metros de la cima tras subir por la Bibler-Klewin en 16 horas. También se llevan la tercera repetición de la ruta francesa.
Los británicos Jon Bracey y Matt Helliker abren dos nuevas vías con horarios muy rápidos. Las nuevas aportaciones las realizaron en el Mt. Grovesnor y el Mt. Church.