Elecciones al Parlamento europeo
El Parlamento de Estrasburgo se escora aún más a la derecha
GARA | DONOSTIA
El descalabro de la socialdemocracia europea junto con una abstención récord marcaron unos comicios, los europeos, en los que el impacto de la crisis global y los escándalos políticos que salpican a algunos de los ejecutivos de los estados miembros condicionaron fuertemente el sentido del voto de los pocos europeos que se acercaron finalmente a las urnas.
La incapacidad de las formaciones que se autodefinen como socialistas de plantear una alternativa real a la crueldad del sistema neoliberal permite así que la derecha consolide su mayoría en el Parlamento de Estrasburgo. Un escoramiento hacia la derecha aún mayor si tenemos en cuenta el empuje del voto de ultraderecha en varios países de Europa central y oriental.
Como contrapunto, el voto de castigo a la clase política en el poder ha supuesto una consolidación, incluso un auge en algunos de los escenarios electorales, de las opciones verdes y de la izquierda real, que sigue siendo minoritaria.
Y es que si algo faltó ayer fue entusiasmo en el electorado. La participación en las elecciones europeas vuelve a caer a un mínimo histórico, al situarse en el 43,39%, por debajo del 45,47% registrado en los anteriores comicios hace cinco años, según la estimación global del Parlamento Europeo (PE).
Estado francés
La Unión por un Movimiento Popular (UMP), del presidente Nicolas Sarkozy, ganó con claridad y con un 28% de los votos, once puntos más que en 2004, según los sondeos.
El Partido Socialista no logra arrancar ni un 18% de sufragios, diez puntos por debajo de hace cinco años. Unos resultados que auguran un recrudecimiento de la crisis interna que se cerró en falso hace meses con la victoria por la mínima de Martine Aubry sobre Ségolène Royal.
La incapacidad de los «socialistas» para concitar el voto de protesta por la crisis provocada por el capital financiero y especulativo queda en evidencia con la irrupción de la candidatura verde Europe-Ecologie como tercera fuerza, por delante de los centristas de MoDem.
El Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besançenot logra el 5% de votos, un punto menos que el Frente de Izquierda, al que se adscribió el agónico Partido Comunista Francés (PCF).
Alemania
Un escenario similar se registró en Alemania, aunque con el importante añadido de que celebra elecciones en setiembre.
Con una abstención similar a la francesa de en torno al 60%, la derecha en el poder (CDU) vence con cerca del 38% de los votos, aunque pierde seis puntos con respecto a 2004. No obstante, supera en 17 puntos a un SPD que ni siquiera logra emular el 21,5% que cosechó aquel año tras sufrir un voto de castigo por las reformas neoliberales impuestas por el Ejecutivo de Gerhard Schröder. Toda una paradoja de lo que sucedió ayer en el territorio de la UE.
Los grandes vencedores son los liberales del FDP, que suben cuatro puntos y se convierten en posible socio preferente para la CDU, que da ya por amortizada su actual Gran Coalición con los socialdemócratas.
Los verdes mantienen a duras penas su tercera posición y la izquierda de Die Linke confirma su lenta pero inexorable consolidación, incrementando en casi dos puntos sus resultados en 2004 (7,5% de votos).
Est. español
Siguiendo la tendencia general, el derechista PP ganó las elecciones europeas con un 42% de los votos, con poco más de 3,5 puntos de ventaja sobre el PSOE.
El resultado supone la primera victoria -aunque por la mínima- de la formación liderada por Mariano Rajoy desde el inicio de la era Zapatero el 14 de marzo de 2004.
Los escándalos de corrupción en los que está sumida la derecha española en Valencia y Madrid no parecen haber afectado a su base electoral.
Por contra, la crisis económica -con un índice de paro propio de escenarios no comunitarios- y, sobre todo, la titubeante -por no decir claudicante- respuesta por parte del Gobierno del PSOE parece haberle pasado factura.
Una factura en todo caso minimizada por el hecho de que el Estado español se impone como circunscripción única, lo que castiga a las opciones con arraigo en las naciones sin estado costreñidas por Madrid.
PP y PSOE acaparan así 44 de los 50 escaños adjudicados al Estado español en Estrasburgo.
Ello no puede hacer olvidar que las formaciones que han logrado mantener sus escaños, Coalición por Europa (CiU y PNV, entre otros), IU y Europa de los Pueblos (liderada por ERC y participada por BNG, Aralar y EA) han cosechado peores resultados que en 2004.
Finalmente, destaca la irrupción con un eurodiputado de la formación jacobina UPyD.
Irlanda
El partido mayoritario en la coalición de gobierno de la República Irlandesa, Fianna Fail, ha obtenido en estas elecciones locales y europeas el porcentaje de voto más bajo en los últimos setenta y dos años. Se alzan voces, no sólo en la oposición vencedora en estos comicios, especialmente Fine Gael, sino también en las filas del partido en el gobierno, cuestionando el liderazgo del primer ministro irlandés, Brian Cowen.
Si en las locales el partido de Cowen había perdido hasta seis puntos y medio, en las europeas la bajada ha sido de cinco y medio, y se duda que su candidato en Dublín, Eoin Ryan, consiga volver al Parlamento europeo. Ryan disputa el tercer escaño con Joe Higgins, del Partido Socialista, y la republicana Mary Lou McDonald. En general, Sinn Féin se ha asentado en su voto en las municipales y ha incrementado su número de votantes en las europeas.
En el norte de Irlanda el recuento de las papeletas de las elecciones europeas no se realizará hasta hoy, pero las filtraciones apuntan a que la candidata republicana, Bairbre de Brún, no sólo retomará su escaño, sino que también será la más votada, con hasta un 28% de los sufragios. Los otros dos escaños serán a repartir entre los tres candidatos unionistas, con la posibilidad de que el transfuga del DUP, Jim Allister, arrebate a su antigüo partido suficientes votos como para volver al Parlamento europeo de Estrasburgo.
Italia
Siendo, junto a Polonia, el último país que cerró las urnas (a las 10 de la noche hora de Euskal Herria), los sondeos auguraban la victoria, (39-43%) a la formación de Silvio Berlusconi, quien en pleno escándalo por la filtración de sus aventuras sexuales en su finca de Sardinia se había marcado como objetivo lograr el 40%. Nada -ni siquiera sus declaraciones hirientes para con las víctimas del reciente terremoto- parece hacer verdadera mella en Il Cavaliere.
Gran Bretaña
Otra noche terrible para los laboristas británicos, que han perdido nueve puntos en su porcentaje de voto con respecto a las europeas del 2004. Estos resultados, unidos a la catástrofe de los resultados de las municipales, en las que los laboristas perdieron el control de todas las municipalidades, en su mayoría a favor de los conservadores, pondrán más difícil al primer ministro laborista, Gordon Brown, la continuidad en el gobierno. Pese a ello, el premier insistía horas antes de conocerse estos resultados en que no tiene intención alguna de dimitir.
Contrariamente a lo ocurrido en las locales, los principales beneficiarios de la caída laborista han sido partidos marginales, como el fascista BNP y los euroescépticos del Ukip.
Austria
El término descalabro ilustra a la perfección el resultado cosechado por los socialdemócratas austríacos. El SPÖ sufre una derrota histórica (baja del 33 al 23% de sufragios) en beneficio de los conservadores del ÖVP, con el 30% de votos. Euroescépticos y extrema derecha logran buenos resultados, menores de los previstos en el caso de estos últimos. No obstante, el bloque de derecha extrema y euroescépticos cosecha el 35% de sufragios. Más allá de esta circunstancia, el resultado del SPÖ -el peor desde 1945 y la fundación de la II República- pone en un brete su actual coalición gubernamental -similar a la alemana- con los conservadores.
Dinamarca
Prácticamente el mismo 10% pierden los socialdemócratas en Dinamarca, aunque se mantienen por los pelos en la primera plaza. El Partido Liberal del primer ministro, Larsl Lokke, les pisa los talones con el 20%.
En el caso danés, la izquierda del Partido Socialista Popular dobla sus resultados y escaños (153%). Lo mismo hace la ultraderecha del Partido Popular Danés, con el 15,1% de votos. Dos maneras contrapuestas de reaccionar ante la misma crisis.
Portugal
Con el 80% de los votos escrutados, la derecha del Partido Socialdemócrata (PSD) se hizo con la victoria al obtener el 33,07%. El gobernante Partido Socialista (PS) logró el 26,45%, lo que supone un duro revés para el partido del primer ministro José Socrates a cuatro meses de la legislativas portuguesas. En las europeas de hace cinco años, arrasó con el 44,5%. En cuanto al resto de partidos, la coalición entre comunistas y verdes CDU obtuvo el 10,21%, porcentaje ligeramente superior al 10,06% del Bloque de Izquierda, que se mantiene.
Grecia
En contraposición a la tendencia general en el territorio comunitario, la oposición socialdemócrata griega del PASOK (36,2%) aventajó al partido conservador de Nueva Democracia del primer ministro Costas Caramanlis (34%), según los resultados correspondientes al 37,8% de los colegios electorales. Se trata del primer fracaso electoral del ND desde su llegada al poder en 2004. El PASOK aprovechó estos datos para restar legitimidad al Gobierno e insistir en la necesidad de elecciones anticipadas. El escrutinio, por lo demás, estuvo marcado por una histórica abstención, el 49%.
Pese a la concentración de voto contra el Gobierno derechista, los comunistas del KKE consiguen mantener sus perspectivas con un descenso de menos de un punto respecto a las elecciones de 2004.
La que sí sube comparativamente es la extrema derecha (LAOS), que llega a alcanzar un 7% de los votos.
Finlandia
En la misma línea, pero llevada al extremo, los votantes castigaron a los tres grandes partidos del país y premiaron a la ultraderecha. Con el 99,7% de los votos escrutados, el partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses subió un 9,2% con respecto a 2004, logrando un 9,8%. El Partido del Centro del primer ministro Matti Vanhanen, hasta ahora la mayor fuerza política del país, perdió 4,3 puntos. Con su 19,1%, logró tres escaños, uno menos de los que tenía.
Europa oriental
La «nueva Europa» del ex jefe del Pentágono Donald Rumsfeld confirmó la deriva hacia la derecha -en muchos casos extrema- de los sistemas de gobierno instaurados en los países del antiguo bloque oriental.
Ello unido a unos índices de participación pírricos que en muchos casos harían sonrojarse a los mismísimos republicanos estadounidenses.
Hungría
La oposición de derecha del Fidesz logró un incontestable 56,37% de los votos, logrando una victoria absoluta sobre los socialdemócratas del MSZP (17,37%), en el poder.
Paralelamente, la extrema derecha del partido Jobbik se convierte en la tercera fuerza política más votada y logra un 14,77% de votos, con lo que hará una entrada triunfal en el Parlamento de Estrasburgo con tres diputados.
Polonia
El partido liberal (derecha) Plataforma Cívica, en el poder, venció con holgura con un 45,3% de los votos sobre el conservador (más a la derecha) PiS de los gemelos Kaczynski, que logró un 29% de sufragios. La coalición opositora socialdemócrata no superó el 12% de apoyos del electorado. Sólo el Partido Campesino, aliado del Gobierno, logró superar el listón mínimo del 5%. La tasa de participación en Polonia alcanzó el 27%, El Ejecutivo se felicitó por semejante «muestra de ímpetu democrático», habida cuenta de que hace cinco años la participación en las europeas no alcanzó ni el escaso 21% del electorado.
Eslovenia
La oposición de centro-derecha del SDS venció en las elecciones de ayer sobre el partido socialdemócrata (SD) del primer ministro, Borur Pahor.
Pahor no dudó en reconocer su derrota e hizo un discurso justificativo de los resultados de su formación que podría ser suscrito por cualquiera de sus colegas socialdemócratas en Europa y que da pistas sobre sus resultados generales en la UE: «He comprendido el mensaje del electorado, pero estoy convencido de que cuando el Gobierno supere la crisis, la confianza volverá». Así les va.
El colegio electoral del barrio napolitano de Portici donde acudió a votar Noemi Letizia, la joven de 18 años a la que se vincula con Silvio Berlusconi, cerró sus puertas unos minutos para que votara. Numerosos fotógrafos esperaban su llegada.
56,61
Es la cifra que marca la abstención. El número de votantes que no acuden a las urnas en los comicios europeos va en aumento. En 2004, fue del 54,6%.
El recuento oficial de las elecciones en el norte de Irlanda, celebradas el pasado jueves, deberá esperar hasta hoy. Los unionistas, que profesan mayoritariamente la fe presbiteriana, son contrarios por principio a trabajar en domingo.
El Partido Pirata de Suecia, que promulga la privacidad de los internautas y la legalización de las descargas de Internet, estará en Bruselas con el 7,4% de los votos. La oposición socialdemócrata fue la triunfadora de la jornada con un 25,1%.
Eslovaquia se situó a la cola en la asistencia a las urnas en la UE. La participación fue del 19,64%. El primer ministro culpó a la prensa por no explicar la importancia de estos comicios, los segundos para el país desde su ingreso en la UE en mayo de 2004.
La posible manipulación del electorado marcó la cita con las urnas en Bulgaria. Tres personas fueron detenidas acusadas de pagar dinero o presionar a los votantes para que se decantaran por un partido, informó la Policía sin dar más detalles.