El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió ayer la expulsión en dos ocasiones de menores de nacionalidad española que viajaban acompañados de sus madres originarias de países de fuera de la UE. Los hechos ocurrieron en el aeropuerto de Barajas. En al menos uno de los casos, el padre estaba al otro lado del puesto policial y, pese a ello, no permitieron pasar a los menores. En otro caso, según el PP, se adelantó el horario de retorno que los servicios policiales habían proporcionado al Defensor del Pueblo, por lo que para cuando se personó ya habían sido expulsados.

«Si las madres hubieran tenido interés en que entraran los menores, habrían avisado al padre y no lo hicieron», alegó Rubalcaba. «Al ser menores de edad, se decide que prevalezca el derecho del menor a estar con la madre y se le devuelve con ella. Me parece que esto tiene una lógica evidente», dijo.