Hoy en día no resulta tarea fácil mantener al espectador pegado a la butaca durante más de dos horas y media de proyección y éste, precisamente, es uno de los primeros aciertos-alicientes con los que cuenta la esperada primera entrega cinematográfica basada en la trilogía literaria de Stieg Larsson.

La receta para lograr este raro efecto alquímico ha consistido en condimentar un buen puñado de elementos y artificios impactantes dentro de una trama previsible pero efectiva. Si a ello le unimos el diseño atractivo de la pareja protagonista, contamos con las bases sólidas sobre las que se asienta este thriller enmarcado en los paisajes gélidos y siniestramente neutros de Suecia.

Sirviéndose de un modelo detectivesco que nació del antagonismo Holmes-Watson, «Los hombres que no amaban a las mujeres» se presenta como un proyecto dotado de cierto empaque visual y una narración fluida que se sirve de un crimen pasado para mostrarnos los fantasmas y monstruos que oculta una selecta familia de clase alta. Es una lástima que la película incida demasiado en el caso policíaco y apenas nos adentre en las complejas personalidades de este clan cuyo posado fotográfico resulta inquietante y abierto a un sinfín de posibilidades que nunca terminan de cuajar dentro de una historia que apunta hacia demasiados sentidos.

Una de sus bifurcaciones, la personalidad marcada y torturada de la protagonista, garantiza el interés que despierta en cada uno de sus actos la hacker cyberpunk que responde al nombre de Lisbeth Salander. Mediante oportunos flashback, la película esboza con detalles contundentes los terrores pasados por esta joven que deberá enfrentarse a un tutor despreciable y, de paso, ayudar a su cómplice -el periodista Mikael Blomkvist- a resolver un asesinato pasado que fue envuelto en un misterio. La buena química de la pareja protagonista y un ritmo bien medido, conforman los efectivos mimbres que han hecho posible el buen desarrollo de esta tarjeta de presentación que, en sus dos entregas posteriores, ayudarán a completar un efectivo y atractivo puzzle sicológico-detectivesco.