Aunque quieren esperar a estudiar el plan de viabilidad en Segunda B que el Consejo de Administración del Deportivo Alavés les presente en las próximas horas, el teniente de diputado general de Araba, Claudio Rodríguez, aseguró ayer que la Diputación alavesa «no acabará nunca con el Deportivo Alavés, ni con ningún otro club del territorio que se mantenga en la élite y haya pedido ayuda».

En rueda de prensa, Rodríguez afirmó que el ente foral no quiere «precipitarse» y realizar valoraciones antes de conocer qué es lo que el club les plantea en la reunión de acreedores que se celebrará el próximo 24 de junio, ya que «no se sabe de dónde partimos». Asimismo, el diputado lamentó la actual situación del Alavés que «parecer irreversible» y volvió a reafirmar la intención del Ejecutivo foral de «no ser un obstáculo» para la supervivencia del club.

En principio, desde el club se confía en que no habrá demasiados problemas para sacar adelante el acuerdo concursal, en el que el voto positivo del ente foral es decisivo. Además del apoyo en este aspecto que, en caso contrario supondría la liquidación del club, los rectores albiazules esperan recuperar las subvenciones que se les niegan por ser una entidad en concurso y que históricamente han recibido, además de que se cierre de una vez el acuerdo para la venta de los terrenos de Izarra.

«No estar al cien por cien»

La plantilla, por su parte, volvió ayer a los entrenamientos con tensión tras un rifi-rafe verbal entre Edu Albacar y un aficionado que no pasó a mayores y al término de la sesión fue a Martín Astudillo a quien le toó hacer balance de un descenso que casi todos ya dan por hecho.

El capitán albiazul entiende que la pérdida de categoría es el desenlace lógico a una temporada «donde no mantenerse al cien por cien nos ha llevado a esta situación».

El centrocampista argentino refirió también a las peculiares circunstancias del Alavés este año con una «Ley Concursal que ha limitado el potencial de la plantilla al tener todos los contratos revisados por los administradores».

Astudillo extendió también el ámbito de culpas de lo sucedido durante la temporada hacia todos los estamentos del club, incluidos los jugadores, aunque también apuntó a los errores de «otra gente en sus tareas».