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Entre la negligencia y el fraude

Hoy el escrutinio que se desarrollará en las juntas electorales provinciales puede poner algo de luz sobre la cuestión de qué ha ocurrido realmente en los comicios para el Parlamento Europeo del pasado domingo. La denuncia de II-SP dando cuenta de irregularidades en varias mesas y pueblos ha destapado que, además de irregularidades con un evidente trasfondo político que afectan a sus resultados -anulación arbitraria de votos válidos, falta de papeletas en algunos colegios...- también parecen haber existido problemas «logísticos» serios a la hora de dar el resto de resultados. Por ejemplo, en Beneixida, la localidad valenciana donde votó la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, el PSOE no obtuvo ningún voto según los datos ofrecidos por el Ministerio de Interior, ni siquiera el de la ministra. Algo similar a lo ocurrido en Amezketa.

El caso recuerda al escándalo en las elecciones norteamericanas de 2000, en las que fue necesario un recuento tras el cual, finalmente, George W. Bush fue nombrado presidente con la aquiescencia de Al Gore, que aceptó ese resultado a pesar de que muchos votos quedaron sin certificar. No obstante, existen claras diferencias entre estos dos casos. Por un lado, todo el mundo admitía la importancia de las elecciones norteamericanas, mientras que las europeas parecen anodinas. Por otro, el hecho de que la primera potencia mundial diese aquella imagen lamentable fue chocante para todo el mundo, mientras ahora apenas nadie considera este hecho noticia, puesto que se corresponde con la imagen que el resto del mundo tiene de España.

Probablemente, la verdad absoluta sobre los resultados electorales en el Estado español nunca se sabrá. Por ejemplo, el crecimiento anómalo del voto blanco seguramente pasará a la historia como un accidente estadístico. Lo cierto es que, teniendo en cuenta estos datos, todo indica que la verdad se halla entre el fraude y la negligencia. Las juntas electorales se juegan hoy su credibilidad. El Estado español hace mucho que la perdió.

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