El PP busca trasladar al Estado español su victoria en las europeas
El PP se ha marcado como objetivo rentabilizar la victoria de la candidatura encabezada por Jaime Mayor Oreja en las elecciones europeas para seguir desgastando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, notablemente debilitado por la crisis económica. En cualquier caso, Mariano Rajoy parece distanciarse de las voces de la derecha política y mediática que reclaman la presentación de una moción de censura contra Zapatero.
Martxelo DÍAZ | IRUÑEA
La derrota sufrida por el PSOE en las elecciones europeas, en las que fue superado por el PP, ha dejado en evidencia la debilidad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que aparece como incapaz de hacer frente a la crisis económica -mucho más intensa en el Estado español que en el resto de la UE-.
Aunque la diferencia de votos del PP respecto al PSOE es escasa -6.615.000 (42,23%) frente a 6.032.000 (38,51%)-, desde la sede de la formación que preside Mariano Rajoy, en la calle Génova de Madrid, se trabaja para presentar estos comicios como el principio del fin del mandato de Zapatero.
Durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP que se celebró ayer, Rajoy hizo un llamamiento a «no caer en la autocomplacencia» y «redoblar los esfuerzos» para imponerse en las próximas elecciones autonómicas y locales de 2011.
En cualquier caso, Rajoy no hizo referencia a mociones de censura o cuestiones de confianza a las que Zapatero debería someterse en el Parlamento, en un intento de desmarcarse de los llamamientos realizados en este sentido desde diferentes ámbitos políticos y mediáticos de la derecha española.
La prudencia del líder del PP podría deberse a la falta de apoyos que su formación tendría para sacar adelante una moción de censura en el Parlamento, para la que se necesita la formación de un Gobierno alternativo.
En este sentido, el dirigente de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, que el lunes incitó a Rajoy a que presentase una moción de censura, dejó claro ayer que no la apoyaría. «Si yo fuese el jefe de la oposición en España, presentaría una moción de censura porque es una oportunidad de visualizar una alternativa real al Gobierno socialista», declaró el lunes.
Ayer, en cambio, Duran i Lleida intentó volver a la equidistancia entre las dos grandes formaciones españolas para no cerrarse puertas en negociaciones con ninguna de ellas e incrementar, de este modo, la influencia de los diez diputados de CiU a la hora de formar mayorías en el Congreso. El PSOE dispone actualmente de 169 diputados, a sólo seis de la mayoría absoluta, por lo que los escaños de CiU pueden valer su peso en oro, especialmente después de que el PNV haya roto su colaboración tras la llegada de Patxi López a la Lehendakaritza.
«Ni Rodríguez Zapatero ni Rajoy merecen la confianza de CiU», destacó ayer Duran i Lleida para desmarcarse de una eventual moción de censura liderada por el PP. «Arrimaremos el hombro en todo lo que supongan iniciativas para remontar la crisis económica, pero en ningún caso prestaremos un apoyo estable o permanente al Gobierno», añadió.
De todos modos, el PP puede sacar pecho porque las denuncias de corrupción en Madrid y en el País Valencià -en las que está imputado hasta el presidente de la Generalitat, Francisco Camps- no le han hecho mella. De hecho, en estas dos comunidades y en Murcia es donde el PP ha sacado la mayoría de los votos.
«El PP ha ganado con claridad en estos territorios, por lo que se puede dar por fracasada una estrategia sustentada en demonizar al adversario», destacó ayer Rajoy.
En Madrid, el PP ha sacado trece puntos de diferencia al PSOE (48,61%-35,43%), lo que ha provocado críticas en el seno de la dirección del partido de Zapatero. El diputado madrileño en el Congreso Elviro Aranda señaló que «no hay ni una estrategia ni un proyecto suficientemente definido e integrador para la gente progresista de la región» y hacer frente al PP de Esperanza Aguirre.
«Algo habremos hecho mal si no hemos sido capaces de movilizar a nuestro electorado», añadió Aranda.
Frente a las celebraciones del PP, el PSOE ha optado por esconder a Zapatero, quien, sin embargo, tuvo que responder a una pregunta del portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, durante la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta. «Lo único evidente es que los miembros del PP siguen sentados donde están, en la oposición».
PSOE: «No son extrapolables»
La tarea de analizar en profundidad la derrota electoral recayó en el portavoz del Grupo Parlamentario, José Antonio Alonso, que destacó que estos comicios no son extrapolables a unas elecciones legislativas y recordó que en marzo de 2008 Zapatero ya se sometió al veredicto de las urnas.
«Mariano Rajoy es el único político que sólo gana cuando no se presenta», señaló Alonso, que insistió en que hay que interpretar estas elecciones en clave europea y no estatal.
En este sentido, destacó que el PSOE «ha aguantado significativamente» mejor que el resto de formaciones socialdemócratas de la UE y que la mayoría de los gobiernos han perdido votos debido a la crisis económica.
El PP trató de darle la vuelta a este argumento, destacando que los gobernantes derechistas de la UE -especialmente la alemana Angela Merkel, el italiano Silvio Berlusconi y el francés Nicolas Sarkozy- han logrado imponerse en sus respectivos estados, mientras que los socialdemócratas -como el británico Gordon Brown o el portugués José Sócrates- se han visto superados por la oposición de derecha.
Por lo que se refiere a IU, su coordinador general, Cayo Lara, mostró su satisfacción porque ha mantenido los dos escaños que tenía en el Parlamento Europeo, gracias a los 583.000 votos obtenidos en las urnas, lo que supone un 3,73%. Uno de estos dos escaños corresponde a ICV, que se integrará en el grupo Verde-ALE y no en el de la Izquierda Unitaria Europea. «Hemos impedido que la organización caiga en picado».
Lara reconoció que «la izquierda alternativa a la socialdemocracia no ha sido capaz de concretar un proyecto que revierta el desencanto» y destacó que las políticas de la socialdemocracia y la derecha europea «se parecen mucho, lo que despista a una parte importante del electorado».
Lara reivindicó la condición de IU como tercera fuerza política del Estado español -aunque la coalición CiU-PNV obtuvo 802.000 votos- frente a UPyD, que, gracias a la circunscripción única estatal, logró un europarlamentario con 449.000 votos.
La formación de Rosa Díez obtuvo su mejor resultado en la Comunidad de Madrid -155.000 votos (6,85%)-.
Su europarlamentario, Francisco Sosa Wagner, criticó a PP y PSOE por haber eludido las cuestiones europeas en la campaña electoral, «presentándola como un plebiscito entre Zapatero y Rajoy».
Rosa Díez, líder y diputada de UPyD, rechazó posicionarse sobre una hipotética moción de censura o cuestión de confianza por parte de Rajoy, aunque instó al presidente del Gobierno a «rectificar y tomar medidas como la búsqueda de un pacto de Estado sobre la situación económica».
«Lo único evidente es que los miembros del PP siguen estando donde estaban, en los escaños de la oposición», señaló José Luis Rodríguez Zapatero ayer en la sesión de control al Gobierno en el Senado.
En una Europa en la que las formaciones de derecha y extrema derecha han incrementado su peso en la Eurocámara, la izquierda portuguesa ha logrado aumentar su representación.
Aunque el partido más votado ha sido el derechista Partido Social Demócrata (PPD/PSD), con ocho escaños (31,69% de los votos), superando al Partido Socialista (PS) del primer ministro José Sócrates, que se ha quedado con siete europarlamentarios (26,57%), las formaciones de izquierda han pasado de un total de tres escaños en 2004 a cinco, con un porcentaje global superior al 21%. Este incremento tiene aún más importancia si se tiene en cuenta que Portugal ha pasado de tener 24 eurodiputados a tener 22.
Tres escaños corresponden al Bloco de Esquerda (10,73%), una coalición formada en 1999 por grupos maoístas, trotskistas y socialistas y que actualmente se encuadra en la izquierda anticapitalista europea. En la noche electoral, su dirigente Francisco Louçã, destacó que el resultado del Bloque de Esquerda se debió a la oposición que han realizado frente a las políticas antipopulares de Sócrates. En este sentido, fijó como prioridad resolver el problema de los 200.000 parados portugueses que no tienen derecho a desempleo.
Otros dos escaños han correspondido a Coaligação Democrática Unitária (CDU), una coalición formada por el Partido Comunista Português (PCP) y el ecologista PEV, que ha logrado el 10,66% de los votos.
Jerónimo de Sousa, secretario general del PCP, también destacó la importancia que han tenido las políticas antisociales de Sócrates en el incremento de votos obtenido por la CDU. Por ello, reclamó un giro a la izquierda al Gobierno portugués.
«No podemos caer en la autocomplacencia y hay que redoblar esfuerzos para imponernos en las elecciones municipales y autonómicas de 2011», señaló Mariano Rajoy en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP.
El dirigente de CiU Josep Antoni Duran i Lleida echó marcha atrás en su propuesta al PP de que presente una moción de censura contra Zapatero, señalando que su formación no se fía de ninguno de los dos grandes partidos españoles.
El coordinador general de IU, Cayo Lara, reconoció, en declaraciones a Telemadrid, que «la izquierda alternativa a la socialdemocracia no ha sido capaz de concretar un proyecto que revierta el desencanto».