La asociación vecinal Gure Etxea ha informado de que el Consistorio bilbaino, a través de la sociedad que gestiona el Funicular de Artxanda, ha rechazado su proyecto para optimizar el servicio que oferta este transporte público. El organismo ciudadano acusa al concejal jeltzale Ibon Areso de «no dar la cara» y de delegar en la entidad paramunicipal para desestimar el plan que se entregó en noviembre de 2008.

Gure Etxea animó al Ayuntamiento «a reconsiderar su posición» respecto a la construcción de una parada intermedia a la altura de la Vía Vieja de Lezama que dé servicio a más de 3.000 vecinos de la zona del Mirador a Bilbao, Escuela de Hostelería, barrio de La Asunción y Txakoli Abasolo. El colectivo argumenta que, en principio, los responsables municipales debieran encargar un estudio técnico antes de rechazar su propuesta.

La parada intermedia, en su opinión, «daría un buen servicio a la zona en la que además está previsto nuevas construcciones y rentabilizaría con nuevos pasajeros el funicular, ahora tan deficitario». Este emblemático transporte público le supone a las arcas municipales un desembolso anual de 1,6 millones de euros, de los que por medio del billetaje tan sólo recupera 300.000. Gure Etxea denunció que los 1,3 millones de déficit se pueden reducir ampliando el número de usuarios anuales. En la actualidad, el funicular funciona al 17% de su capacidad de viajeros, según los datos extraídos de la memoria de la propia empresa.