Javier Serrano ya había hecho un primer fallido intento en la dirección con «La jugada», pero le sirvió de lección para buscar una mayor autonomía a la hora de materializar su pasión por el cine negro, creando a tal fin la productora Scarlata. Por tanto se puede considerar «Dos billetes» como su verdadera ópera prima, con la que pretende devolver a Barcelona aquella estrecha relación con los rodajes de películas policíacas.

La acción está ambientada en los 80, porque en esa época se podían ver todavía en las sesiones dobles los clásicos del género. El perfil del detective Carlos Álvarez responde al arquetipo del investigador con gabardina que, en cuanto empieza a tirar de la manta, recibe tortas por todos los lados.

La sospechosa muerte de su clienta le deja sin cobrar la mitad del sueldo, aunque el anticipo le basta para continuar con sus indagaciones, más aún al irrumpir en escena una mujer fatal ligada a su pasado más tortuoso. Los empresarios corruptos que hay detrás de su antiguo amor están interpretados por los veteranos Fernando Guillén y Xabier Elorriaga, a los que se suma Manuel de Blas en el rol de ambicioso abogado. El título se refiere a la necesidad de coger billete de vuelta antes de aventurarse en un viaje peligroso.