Eureka Hot 3, nombre primigenio, lo formaron en 2004 en Bermeo Gotzon Garay y Sergio Llanos, quienes comenzaron a ensayar sus primeros acordes negroides en los locales del colegio Los Hermanos. En febrero de 2005, contaban con un nuevo compañero Josu Urkidi. El trío tocó con diferentes nombres durante unos meses hasta llegar a Eureka Hot 3. En la primavera de 2007 se incorporó al trío Zalakain para meter el bajo y pasaron a ser Eureka Hot 4, cuarteto que recorre todo tipo de locales soltando aceitoso y caliente soul-blues, funk y rock.

Sergio y Gotzon se iniciaron en la música a primeros de los 90. Sergio tocaba la guitarra en Yogur y Gotzon la batería en Münsterland. A mediados de los noventa, Sergio era uno de los puntales de los nacientes Atom Rhumba. A su vez Gotzon estaba tocando la guitarra en Bongolocos. De otra parte, Josu Urkidi se formó como músico en una numerosa formación de ska llamada Cyprinidians. Zalakain G. Romo siempre ha estado comprometido con diferentes proyectos, ya fuese en Bilbo o en Londres, donde estuvo una buena temporada tocando en grupos punk tanto la batería como la guitarra. Ahora cuenta con un proyecto paralelo a Eureka Hot 4 llamado Villapellejos.

La banda llega a «World champions», editado por Gaztelupeko Hotsak, después de un intenso recorrido, lo que le ha permitido plasmar la grabación con un fuerte conocimiento de las tramas de estilos como el soul, el rock, el funk o incluso el blues. Eureka revisan el pasado, buscan la sabiduría y lo complementan con una buena capa de presente. En disco y en directo son calientes, efervescentes, epilépticos. Sonidos y formas que pueden disfrutarse cualquier noche desde «Worl champions» o bien hoy mismo en Kafe Antzokia de Bilbo, donde presentan disco junto a los bilbainos Cápsula.

Se les ha comparado en numerosas ocasiones con Jon Spencer, pero él no inventó ni el blues ni el soul.

Si bien es cierto que Jon Spencer es uno de los grandes, está claro que hay mucho escrito antes de su llegada. A nosotros nos gusta desde el ritmo y blues de los 50 hasta el punk del 77, la música jamaicana y mil historias más. Antes que nada somos fans de la música.

El corte 3 se titula «Motownk», pequeño homenaje al sello.

La intro de batería y bajo es como la de muchos temas del sello, es una idea prestada. Motown como discográfica significa grandes canciones y un ritmo muy marcado; esa idea de canción es como el ideal a seguir, si no como intérpretes como compositores.

Pero también versionean a Bar-Kays, fenómenos del sello Chess.

Bar Kays era una pedazo de banda, eran más la fiesta. También solemos hacer su hit «Soul finger». «Don't stop dancing...» nos salió muy desbocada, como un cruce entre Sly y MC5, con el saxo y la guitarra entremezclada en una espiral de free jazz.

Ha mencionado a Sly Stone, a quien seguro escuchan.

Sly & The Family Stone es uno de los grupos más importantes de la historia, casi todos sus discos son impresionantes. Era una banda de buenísimos músicos, blancos y negros sin ningún prejuicio musical. Fueron una revolución.

¿Cómo llegan al funk?

En el proceso de investigación histórico-musical llega un momento en el que topas con el funk y es algo parecido a cuando oías el riff ese que comentábamos de «Pretty vacant», saltas del sofá y empiezas a botar y tirarte por los suelos. Sly & The Family Stone y James Brown son los culpables fundamentales, aunque últimamente nos hace mucha gracia Parliament, incluso con ese sonido de sintes y que en un principio no te convence del todo.

¿Su lado blanco es el rock?

Claro es que hemos hablado mucho de la música negra, que nos encanta, pero somos blancos de Bizkaia; nosotros somos un grupo de rock. Mezclamos todo lo que oímos y tenemos un bagaje musical muy amplio. Pero todos empezamos a escuchar punk o heavy con 15 años. Ése es nuestro soul. Lo que te hace coger la guitarra por primera vez es cuando oyes el riff de «Pretty vacant", la intro de «London calling» y te dices que vas a hacer un grupo. Bueno, y del blues, nos gusta el sonido destartalado de guitarra al estilo John Lee Hooker, como Howlin Wolf, Koko Taylor... Lo menos hecho.