PÚBLICO.ES | Marco Schwartz 2009/7/3
Una decisión polémica en un clima de fuerte presión económica
(...) Después de semanas de declaraciones veleidosas, que permitían interpretaciones para todos los gustos, Zapatero ha optado por alargar el funcionamiento de la central nuclear de Garoña hasta 2013; esto es, dos años después de la fecha de extinción de su vida útil. Contraviniendo su programa electoral de 2008, Zapatero ha adoptado la polémica decisión en un clima de fuerte presión social y económica alentado por el potente lobby pronuclear y por las compañías propietarias de la central, Endesa e Iberdrola, que de manera intolerable trasladaron al Gobierno el problema que se generaría con la pérdida de 300 empleos directos y otros mil indirectos como consecuencia del cierre de la empresa.
El argumento oficial para postergar el cierre es la necesidad de asegurar el futuro de esos trabajadores de la central, con lo que se espera apaciguar los ánimos de la izquierda. El Gobierno sostiene que la decisión es jurídicamente irreversible; es decir, que el Gobierno que surja de las próximas elecciones del 2012 no podrá prolongar la operatividad de la central hasta el 2019, como proponía el Consejo de Seguridad Nuclear. Está por ver, sin embargo, que una orden ministerial tenga ese poder disuasorio.
Al tiempo que evita un problema social y laboral, Zapatero se quita de momento la patata caliente del debate nuclear, al aplazarlo para la próxima legislatura. (...)