Raimundo Fitero
Último ensayo
En todos los canales y a casi todas las horas nos están ofreciendo imágenes del llamado «último ensayo» de Michael Jackson, grabado por la empresa que organizaba su gira dos días antes de su muerte. No sé exactamente dónde colocar el «supuesto» de rigor, porque todas las imágenes que yo he podido ver están tomadas desde muy lejos y nadie nos puede certificar que sean de dos días antes de su muerte en circunstancias todavía no aclaradas. Es más, con los centenares de imitadores que existen en el globo terráqueo, esos bailes podrían estar realizadas por un doble. Cosa que sucede con bastante asiduidad en los espectáculos con estrella que canta y baila. En algunas escenas de mucho baile aparece un doble y nadie es capaz de distinguirlo. El desgaste físico de una gira es muy grande y estos dobles ayudan a mantener el nivel de exigencia cuando la estrella debe cantar en directo y no en playback.
Parece claro que Michael Jackson es un negocio incalculable después de muerto. Las cifras que se están moviendo tanto por las visitas en internet a las páginas relacionadas como por todo lo que va a generar a partir de ahora son bastante más estratosféricas que las que mueve el señor Pérez, el auténtico ser mediático merengue. Son tantas las expectativas de negocio que todo aquello que se mueva a su alrededor debe ponerse bajo la lupa y estas imágenes del «último ensayo» pueden formar parte del adelanto de un producto que se puede estar comercializando en breve. Es decir, si no existían estas imágenes ha habido tiempo suficiente para ensayarlas, grabarlas, montarlas y en un plan perfectamente estudiado irlas filtrando para promocionarlas. Seguro que saldrán muchas más porque son una fuente infinita de dinero.
Lo que hasta ahora mismo sabemos de su muerte, de sus hábitos con los productos químicos de venta en farmacias con receta o sin ella, no hacen otra cosa que confirmar la sospecha de su inmensa infelicidad. Pero entre la confusión informativa, leemos que desde el desenlace fatal han sido más de media docena de fans de Jackson los que se han suicidado vinculando su acción a su ídolo. ¿Será verdad o una manera más de engordar la leyenda?