Los violentos enfrentamientos entre policías y jóvenes que se produjeron tras la fiesta popular del barrio de Schanzenviertel, en Hamburgo, se saldaron en ayer con 67 detenciones.

El portavoz de la Policía de Hamburgo, Ralf Meyer, indicó que los choques habían sido «duros, con un potencial de agresividad más elevado que otros años» y que tres de los 27 agentes heridos en los choques habían tenido que ser atendidos en el hospital, sin ofrecer ningún balance de heridos por parte de los manifestantes.

Meyer destacó que los detenidos se habían preparado de antemano para lo ocurrido, ya que llevaban material para fabricar cócteles molotov y para levantar barricadas.

En la madrugada de ayer, alrededor de un millar de personas se enfrentó lanzando piedras y botellas a los 1.800 policías desplegados para la ocasión, que emplearon cañones de agua y porras contra los manifestantes.

Durante los enfrentamientos se incendiaron varios contenedores y un vehículo policial.

Los choques con la Policía son una tradición después de la fiesta anual del barrio de Schanzenviertel. Varios sitios de internet de organizaciones como Red Skins, los skinheads «antifascistas» o los «autónomos de izquierda» habían llamado a participar en la concentración.

Pero según el portavoz policial, «se trata sólo de jóvenes manifestantes aislados y no hay una organización central».

«Estos delitos violentos no son más que motines y desórdenes», aseguró Chrisroph Ahlhaus, responsable de la seguridad en Hamburgo, e indicó que «seguiremos luchando con una Policía fuerte contra estos extremistas que ponen en peligro el Estado de Derecho democrático».