Como viene ocurriendo en los últimos meses tras cada operación policial de este tipo, Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ayer en rueda de prensa, en Madrid al mediodía, para valorar el arresto de Itziar Plaza, Iurgi Garitagoitia y Asier Borrero, llevado a cabo en las afueras de Pau el pasado sábado por parte de la Policía francesa. El ministro español de Interior incidió más en el supuesto papel que presuntamente desempeñaba cada uno de ellos en la organización armada que en imputarles participación directa en atentados.

No aportó datos sobre el lugar en el que se encontraban los tres jóvenes vizcainos, aunque las agencias españolas, citando fuentes del propio Ministerio, informaron de que habían sido trasladados desde Pau hasta la comisaría de Baiona, lo que no fue confirmado por las autoridades francesas.

Previamente, el presidente español hizo referencia a estas detenciones durante la apertura de unos cursos de verano en una localidad madrileña. «El Estado está más fuerte que nunca ante ETA, lo que no quiere decir que la banda no nos dé algún zarpazo, pero nuestra fortaleza es extraordinaria», manifestó José Luis Rodríguez Zapatero.

Siguiendo esa línea argumental, se felicitó por la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo que respalda la ilegalización de Batasuna al tiempo que hacía una pregunta retórica que él mismo respondió: «¿Hay algo más democrático que impedir que alguien use la democracia para defender la negación de la democracia, esto es, la violencia? Impedir que se apoye la violencia es afirmar en toda su dimensión la democracia».

El ministro de Interior, por su parte, resaltó que «los tres huidos» que hasta la tarde del sábado «habían conseguido zafarse» de la persecución policial formaban parte de «uno de los grupos más activos de ETA, sino el más activo». Concretando, comentó que Plaza, Garitagoitia y Borrero llevaban 18, 12 y 6 meses, respectivamente, «huidos de las Fuerzas de Seguridad» y «ayer [por el sábado] acabó su escapada (...) y, previsiblemente, pasarán unos cuantos años en la cárcel».

Estructura diferente

Respondiendo a preguntas de los periodistas, indicó que Plaza escapó de una operación desarrollada a principios de 2007 que se saldó con «la desarticulación del comando Gipuzkoa», que se le imputan al menos veinte acciones armadas cometidas entre 2004 y 2005, y que ocupaba un puesto de «responsabilidad» en el aparato militar de ETA.

Sobre Borrero y Garitagoitia dijo que «se ocupaban de organizar los comandos de `legales' (militantes no fichados por la Policía)». Del segundo señaló que «hay indicios que le relacionan con los asesinatos» del ex concejal del PSOE Isaías Carrasco y del empresario Inazio Uria, mientras que sobre el primero apuntó que «parece que fue el autor del tiroteo» con gendarmes que tuvo lugar en el departamento de Lozère el pasado 8 de junio y que estaría «asociado» a distintos atentados, como el perpretado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Calahorra.

«ETA tiene una estructura algo diferente a la de años atrás, es algo que no es nuevo, que hace tiempo que venimos detectando», comentó Rubalcaba para explicar a continuación que esa estructura «se basa» en «comandos legales» que suelen ser organizados «por algún `liberado'».

En cuanto al desarrollo de la operación, repitió los datos que ya se habían filtrado el sábado: que el arresto se produjo a las puertas de un restaurante de comida rápida, que los tres jóvenes iban armados con sendos revólveres y que portaban «abundante» material informático que ya está siendo analizado. Al parecer, llevaban consigo útiles de acampada, lo cual ha hecho pensar a los agentes que llevan la investigación que «o bien no tenían piso, o bien compaginaban el piso y el monte».

Rubalcaba destacó la juventud de los tres detenidos -con edades comprendidas entre los 24 y 26 años- para lanzar una advertencia: «Los jóvenes que pudieran tener en la cabeza integrarse en la banda terrorista ETA tienen que saber que su destino inmediato es la cárcel (...) porque cuando un joven pide el ingreso en ETA tiene que tener claro que está pidiendo también su ingreso en prisión».

Pese al tono positivo de su valoración, el ministro de Interior no quiso caer en triunfalismos y manifestó que es consciente de que «ETA puede matar y lo volverá a intentar».