Contador y Cavendish fueron los grandes vencedores del Tour que terminó ayer, pero no los únicos. Sobre todo ha ganado el ciclismo, que ha visto cómo no ha habido ninguna noticia relacionada con el dopaje en su prueba. Sólo saltó el positivo de Di Luca en el Giro. Las carreteras se han llenado de público después de unos años en los que había bajado la asistencia y han aumentado las audiencias televisivas en todos los países. La vuelta de Armstrong y el morbo de su mala relación con Contador han tenido viva la carrera hasta cuando no ofrecía espectáculo. Eso permite que, pese a la crisis, se anuncien nuevos equipos potentes para el futuro que deben ayudar a que este deporte remonte vuelo.

Astana se romperá tras el Tour. La mala relación entre Contador y Armstrong con una división interna que desembocará en su separación ha sido el tema más recurrente durante todo el mes, salpicado desde el primer día por el anuncio de los dirigentes kazajos de querer desvincularse de Bruyneel. El director que ganó ayer su noveno Tour dejará el equipo y previsiblemente seguirá con Armstrong en su nuevo RadioSchack, en el que quiere contar con sus mejores apoyos en Astana.

Será positivo para el ciclismo que el dream team se rompa porque no es bueno que haya un equipo tan claramente superior a los demás. Queda por saber qué pasará con Contador, con contrato en vigor con Astana para el 2010 y con el que los kazajos cuentan para hacer un bloque liderado por él y Vinokourov. También se le ha situado en la órbita del Caisse d'Epargne y Fernando Alonso se plantea impulsar un equipo con él en el 2011 y su decisión será importante. Lo que tiene claro es que estará en un equipo en el que sea el líder único para no vivir lo que ha pasado este año.

Andy Schleck ha sido segundo pese a ser el mejor gregario de su hermano. Era tan clara la superioridad de Contador con respecto a él y la suya en relación a los demás, que se ha dedicado más a trabajar para que su hermano Frank le acompañara en el podio de París que en explotar sus cualidades. Está cerca en la montaña de Contador y un poco más lejos en las cronos, pero a corto plazo se presenta como el único que puede rivalizar con el madrileño si confirma su progresión. Con sus 24 años ya ha hecho segundo en dos grandes, el Giro del 2007 y este Tour.

Lance Armstrong volvió a pisar un podio de París cuatro años después de su último triunfo y su tercer puesto tiene mucho mérito. Ha dado una imagen más humana en su lucha contra el cáncer y ha estado más cercano, ha acaparado la atención de los medios y de los aficionados y se ha ganado el apoyo de la gente que no le quería cuando ganó sus siete Tours.

Tras su progresión en el Giro ha conseguido dar un nivel muy alto. No está al nivel de Contador y los Schleck en la montaña y ha perdido también en las cronos, pero su mentalidad y el apoyo de Astana le ha permitido acabar en un podio que le dará fuerza en su vuelta en el 2010 con un RadioSchack que buscará luchar contra Contador. De hecho se sitúa en su órbita a los hermanos Schleck, pese a que tienen contrato en vigor.

Bradley Wiggins ha sido la revelación de la prueba con su cuarto puesto final tras una metamorfosis que le ha hecho perder siete kilos y pasar de ser un pistard especialista en distancias cortas a convertirse en un corredor de gran fondo capaz de pasar la montaña con los mejores escaladores. También habrá que estar atentos a su futuro porque en esa línea de buenas noticias que ofrece el ciclismo se anuncia la salida de otro fuerte equipo, el Team Sky de Scott Sunderland, del que ya se rumoreó que iba a pasar del CSC al Cervélo con Sastre. Si en la primera grande en la que ha disputado la general ha sido cuarto, habrá que seguirle para ver si se confirma como corredor de vueltas de tres semanas. Por contra, su compañero Christian Vandevelde ha bajado del cuarto puesto del año pasado al octavo, aunque ha sido el único, junto a Frank Schleck, que ha repetido presencia entre los diez primeros en los dos últimos Tours.

Los tres primeros del Tour del 2008 -Sastre, Evans y Menchov- han sido los grandes derrotados de éste. El abulense y el ruso del Gorraiz han podido pagar los esfuerzos del Giro que han disputado. No es fácil mental y físicamente disputar el Giro a tope y luego afrontar el Tour. Además el ruso se ha venido abajo psicológicamente -todos los que se entrenan con él aseguran que físicamente estaba muy bien- porque desde el primer día le salió mal la crono y ni el equipo le ha arropado como necesita ni ha tenido suerte y habilidad con las caídas.

Evans también se ha venido abajo física y psicológicamente tras su sensacional Dauphiné. La crono por equipos fue un desastre y cansado de estar en un conjunto que no le arropa nunca se han abierto diferencias entre el australiano y los rectores del Silence, aunque en los últimos días éstos han intentado cerrar las heridas. Evans, Menchov y Sastre superan los 30 años y habrá que ver si vuelven con el nivel del año pasado.

Liquigas ha completado un gran Tour al cumplir con su objetivo de colocar a sus dos líderes entre los diez primeros de la general y al ganar la montaña y el premio de la combatividad con un Pellizotti sensacional. El italiano ha sido el que más espectáculo ha dado en el Tour tras ser tercero en el Giro y sólo le ha faltado el triunfo de etapa que buscó con sus fugas.

Cervélo ha salvado el Tour con el maillot verde de Hushovd y las dos etapas del noruego y de Haussler. También han ganado más de una etapa Columbia con las seis de Cavendish, Astana -crono por equipos y crono individual y en Verbier con Contador-, Saxo Bank -con Cancellara, Nicki Sorensen y Frank Schleck- y Bouygues -Voeckler y Fedrigo-. Es decir, entre cinco equipos han ganado 16 de las 21 etapas. Sólo Agritubel (Brice Feillu), Caisse d'Epargne (Luis León Sánchez), Katusha (Ivanov), Euskaltel (Astarloza) y Rabobank (Garate) han sumado una.

Dos triunfos de etapa y un undécimo puesto en la general final representan un balance extraordinario para la representa- ción vasca en este Tour. Con sólo trece corredores en la salida, se ha conseguido romper con seis años de sequía desde el triunfo de Mayo en el 2003 en Alpe d'Huez. Desde el 2000, cuando ganaron etapas Txente García y Javi Otxoa, los vascos no sumaban dos triunfos de gran prestigio en los Alpes con Astarloza y Garate. Y hay que añadir el triunfo de Haimar Zubeldia en la crono por equipos y su gran trabajo para Astana.

La imagen que ha dado el Euskaltel ha sido muy buena, con constante presencia en las fugas. Egoi Martínez ha peleado por la montaña y tanto él como Rubén Pérez y Txurruka se han dejado ver en muchas fugas. En el gran nivel colectivo, Astarloza ha estado extraordinario. Es un orgullo para los vascos ser representados por un ciclista de ese nivel deportivo y humano que lo ha dado todo por lograr su etapa y un undécimo puesto en la general muy meritorio.