Urkullu niega que, con el PNV fuera de Lakua, se haya agotado un ciclo
El acto de conmemoración de la fundación de su partido fue utilizado ayer por Iñigo Urkullu para presentar al PNV como «una herramienta imprescindible para la emancipación de nuestra nación», para intentar desprestigiar la lucha armada de ETA ante las nuevas generaciones y para criticar la actuación del PSE al frente del Gobierno de Lakua. No hubo espacio para la autocrítica pese a la pérdida de Ajuria Enea.GARA |
El PNV adelantó a la jornada de ayer la cita anual que suele protagonizar el presidente del EBB en vísperas de San Ignacio, fecha establecida como la de la fundación del partido por Sabino Arana. En la ofrenda foral ante la estatua del fundador ubicada en los Jardines de Albia, Iñigo Urkullu estuvo acompañado por los presidentes del BBB, Andoni Ortuzar, y del GBB, Joseba Egibar, la secretaria general del EBB, Belén Greaves, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, el alcalde de Bilbao, Iñaki azkuna, y el portavoz del PNV en el Congreso español, Josu Erkoreka, entre otros.
Urkullu comenzó destacando el carácter nacionalista del PNV. «Nacimos para estructurar y construir la nación vasca», indicó antes de añadir que «el Partido Nacionalista Vasco es, desde 1895, una herramienta imprescindible para la emancipación de un pueblo, de nuestra nación».
Y a continuación pasó a defender la actuación institucional jeltzale dentro del actual marco político, al tiempo que criticaba, incluso con alarmismo, la labor que está desarrollando el PSOE al frente del Gobierno de Lakua.
«Nuestros niveles de calidad de vida, equiparables a los de la Europa de la primera velocidad, son posibles porque en estos treinta años ha habido un proyecto entusiasta, cuya prioridad era, y sigue siendo, construir una nación en la que los vascos se sientan cada día mejor y disfruten de mayores cotas de bienestar», ensalzó por un lado. «Quienes hablan del agotamiento de un ciclo, por el hecho de haber enviado a la oposición del Gobierno vasco a un partido que, por voluntad ciudadana, es el principal del Parlamento vasco, se olvidan de que no estamos aquí por generación espontánea», advirtió por otro.
Parada técnica
El líder jeltzale afirmó que el «cambio político arrumbado y amañado en estos meses» por PSE y PP «no puede hacer que lo construido en treinta años se desmorone en un lustro». Y, a su juicio, no sucederá así porque «ahí sigue estando el papel del PNV, garantía de un país que no va a detenerse».
Precisamente, a quienes consideran que el PNV se halla paralizado tras haber sido expulsado de Ajuria Enea les indicó: «Que piensen que nuestra parada es técnica, solamente para coger aire y volver a arrancar de inmediato, con nuevas propuestas, nuevas iniciativas, sin perder la ilusión y con el convencimiento de que este país será lo que los vascos queramos que sea». Contrapuso también «la meta» del PNV -«Euskadi, su crecimiento en todos los sentidos» con «el objetivo» del pacto entre PP y PSE -«durar en Euskadi y Navarra»-.
Urkullu defendió su «oferta de acuerdo institucional y presupuestario en la lucha contra la crisis», mientras que negó capacidad de iniciativa a Lakua porque «después de cien noches, el Gobierno todavía no ha amanecido».
Por último, lanzó «un mensaje para la participación y la paz», en el que, aludiendo a las cinco décadas de existencia de ETA, manifestó que «la democracia y la política son incompatibles con la violencia como medios para supuestos fines políticos. Por eso -agregó- pido un compromiso a las y los jóvenes. Un compromiso con la no violencia». En ese contexto, Urkullu aseguró que el PNV está preparado «para un análisis compartido de los efectos políticos y sociales de la persistencia del terrorismo, y la apuesta por la minimización del mismo para el acuerdo político que el pueblo vasco reclama».
«El Partido Nacionalista Vasco ha tomado una decisión. Una decisión ante la crisis y ante la falta de gobierno. Y la decisión es una oferta de acuerdo», destacó Urkullu tras la ofrenda floral ante la estatua de Sabino Arana.
«Han pasado cien días, que en realidad han sido cien noches, y el Gobierno todavía no ha amanecido». De esta forma criticó la «incapacidad» del Ejecutivo de Patxi López para tomar la iniciativa frente a la crisis.
El secretario general del PSE en Araba, Txarli Prieto, advirtió ayer al diputado general del herrialde, Xabier Agirre, que no permitirá que «con argucias o sin ellas, se preste a una campaña orquestada contra el Gobierno vasco» y añadió que, de ser así, su partido «tomará medidas». No obstante, durante su entrevista con Europa Press matizó que el PSE «no habla» de mociones de censura al considerar que «querer atosigar o amagar contra un gobierno» mediante este instrumento resulta «de muy bajo perfil político e incluso democrático».
Aun así, tampoco comparte las declaraciones del presidente del ABB del PNV, Iñaki Gerenabarrena, quien recientemente dijo que se había «alejado» el riesgo de la censura en Araba. «Las que ha hecho antes se ha demostrado que eran exageradas, falsas y provocadoras, y las que está haciendo ahora, él sabrá a qué reflexión obedece, pero nosotros ni las avalamos ni las compartimos; ni las de ahora ni las de antes», enfatizó.
Prieto también rechazó las acusaciones vertidas por Iñigo Urkullu, al que acusó de permanecer «en segundos foros» y evitar «los importantes» para mantener sus «ácidas críticas» al Gobierno de Patxi López. GARA