CRÓNICA Crisis en Honduras
Aumenta la represión militar contra la resistencia popular
El nuevo intento del mandatario hondureño, Manuel Zelaya, de regresar a su país y recuperar la Presidencia, de la que fue desalojado por un golpe de Estado político-militar el 28 de junio, ha reactivado estos últimos días la represión contra la resistencia popular, que sigue fortaleciéndose.
Oswaldo MARTÍNEZ
El presidente Manuel Zelaya, llegó el viernes a la localidad nicaragüense de Las Manos para intentar nuevamente ingresar a su país. Desde el día anterior los golpistas comenzaron a planificar una desesperada estrategia para detener el encuentro de Zelaya con su pueblo. Estaban nerviosos, muertos de pánico; el jefe de los golpistas, Roberto Micheletti, mostró ante la prensa un rostro desencajado por la rabia contenida.
Ese mismo día, el Gobierno de facto anunció un nuevo toque de queda de larga prolongación en la zona fronteriza con Nicaragua. Se colocaron siete retenes en distintos puntos de la carretera que conduce al paso fronterizo. La orden era férrea. No dejar pasar ninguna caravana, ningún auto, ningún simpatizante de Zelaya. Pero el pueblo desafió el reto. Llegaron miles hacia la frontera a esperar a su presidente, aunque otros miles no lograron pasar debido a la represión militar.
En la comunidad de Alauca, jurisdicción de El Paraíso, comenzó una batalla campal entre militares y manifestantes desarmados. La represión fue brutal. Decenas de heridos, detenidos y encerrados en improvisadas postas policiales.
Un joven residente en Tegucigalpa fue apresado por la Policía. El sábado se encontró su cadáver con señales de tortura y varios disparos en su cuerpo. Hay testigos fehacientes que vieron cuando era detenido por policías y militares. Otro manifestante murió supuestamente a causa de la persecución de los uniformados. Presentaba dos impactos de bala.
Se denunció también la desaparición de dos dirigentes del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario y se informó de la detención ilegal de Rafael Alegría, dirigente en Honduras de la Vía Campesina y del Frente Amplio en contra del Golpe de Estado. Alegría, uno de los líderes populares más influyentes del país, forma parte de la Comisión del Gobierno del presidente Zelaya que participa en las negociaciones en San José, Costa Rica. Fue liberado tras seis horas de arresto.
La Doctrina de la Seguridad Nacional, que dejó centenares de desaparecidos en Honduras, se ha reactivado y los personajes que dirigieron la guerra sucia en este país, ahora forman parte del Gobierno golpista como asesores del Ministerio de Seguridad. El jefe de esa estructura es el ex capitán Billy Joya, acusado ante las cortes internacionales por crímenes en contra de gente indefensa y quien, tras pasar más de diez años exiliado en el Estado español, regresa ahora a sus andadas con toda la inmunidad e impunidad posibles.
Los oligarcas endurecen más sus posiciones y las protestas populares continúan también fortaleciéndose. En Honduras, se aceleró el proceso histórico y ahora vemos a un presidente con un masivo poder de convocatoria y a un pueblo que no se rinde y que resiste en las barricadas, en las grandes ciudades, en barrios y colonias.
Miles de hondureños permanecen aún en El Paraíso, a casi dos horas de la frontera con Nicaragua, con la esperanza de encontrarse con su presidente. Los más osados burlaron los retenes militares caminando por las montañas para llegar a la comunidad de Las Manos.
Mel Zelaya le tocó «los cojones al tigre». Mientras los voceros de los golpistas anunciaban que capturarían al presidente una vez pisara tierra hondureña, tuvieron que atragantarse con sus amenazas. No movieron un sólo dedo para intentarlo.
En el balance de viernes y sábado destaca fundamentalmente la enconada represión militar y la resistencia, permanente y prolongada, del pueblo. Los voceros del imperialismo se enredan en sus propias trampas con el objetivo de buscarle una solución al problema. «Los gringos nos metieron en este problema y ahora no hallan cómo arreglar el entuerto que hicieron», comentó Pedro Brizuela, un dirigente del Bloque Popular.
Zelaya continúa en Las Manos. El sábado hizo un llamado al mundo, denunciando la bárbara represión contra su pueblo.