El actual campeón del mundo, Lewis Hamilton, se ha visto obligado a esperar hasta la décima prueba de la actual temporada para volver a subirse a lo más alto del cajón. Así, el piloto inglés alivió en parte la aciaga campaña de su escudería, McLaren, que no obtenía un gran premio desde la penúltima carrera de la edición anterior.

El británico confirmó, además, que la progresión de su equipo manifestada en Alemania es real y que sólo el pinchazo sufrido en Nurburgring al inicio de la competición le impidió protagonizar un buen papel. Hamilton venció con una superioridad aplastante a sus rivales, mayor de la que cabía esperar a la vista de la trayectoria de McLaren.

Buena parte de ese magnífico rendimiento la tuvo el controvertido sistema de recuperación de energía cinética KERS, que permitió al piloto inglés realizar una brillante salida, lo que cimentó en buena manera su triunfo posterior.

El campeón del mundo estuvo flanqueado en el podio por otro de los fracasos del año, el finlandés Kimi Raikkonen. Ferrari, una escudería acostumbrada a los éxitos, consiguió así el segundo puesto, su mejor posición de la presente temporada.

El mayor beneficiado de la prueba húngara fue Mark Webber, tercero, que asciende al segundo lugar de la clasificación de pilotos, en detrimento de su compañero, Sebastian Vettel, obligado a retirarse. El australiano se convierte así en la principal amenaza para arrebatarle a Jenson Button su eventual primera posición en el mundial de pilotos.

El actual líder no tuvo su día. Aunque todavía con una ventaja que roza la veintena de puntos, ve peligrar su primera posición, después de que sólo pudiera alcanzar la séptima plaza en el circuito de Hungaroging.

Sanción a Renault

Para Fernando Alonso todavía fue peor, después de que una de sus ruedas saliera despedida. El piloto asturiano, que salió desde la privilegiada «pole position», revivió lo que le ocurrió en 2006, aunque luego defendió a sus mecánicos. El episodio le costará caro al asturiano y a Renault, a quienes la FIA sancionó impidiéndoles disputar la próxima carrera, que se celebrará en Valencia.

La accidentada carrera, por contra, será un recuerdo imborrable para Jaime Alguersuari. El piloto más joven en la historia de la Fórmula Uno -19 años- consiguió devolver el coche al garaje e incluso no fue el último en cruzar la línea de meta, «honor» que le correspondió a su compañero de equipo, Buemi.

El TAC de Massa, positivo

El TAC al que se le sometió ayer a Felipe Massa dio un resultado positivo, según informó la escudería Ferrari, hasta el punto de que se descarta cualquier consecuencia de tipo neurológico. El carioca estuvo despierto por un cierto periodo de tiempo, pero nuevamente fue sedado para regresar al coma inducido en el que estaba. Permanecerá en esa situación durante estos dos próximos días, por lo que continuará ingresado en la UCI del Hospital AEK de Budapest.

Massa fue intervenido quirúrgicamente la tarde del mismo sábado para reducir la fractura de cráneo que sufrió en la zona ósea situada por encima de su ojo izquierdo. Durante la segunda ronda de clasificación del Gran Premio de Hungría, el piloto de Ferrari recibió un fuerte impacto en la cabeza tras desprenderse un muelle del monoplaza de su compatriota Rubens Barrichello.

Como consecuencia de ello, perdió momentáneamente el conocimiento, pero consiguió recuperarlo a tiempo como para frenar antes de estrellarse contra las protecciones del circuito a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora.