El necesario giro social en la gestión de BBK
El Consejo de Administración de BBK hizo ayer oficial el nombramiento de Mario Fernández como presidente de la entidad, en sustitución de Xabier Irala, que abandona el cargo por motivos de salud y que deja un balance de gestión de sus seis años de mandato marcado, en parte, por los buenos resultados financieros. La caja vizcaina, según dijo Irala el pasado viernes, es «la entidad más solvente del sistema financiero español, con un ratio del 21%, lo que significa que ha mejorado su solvencia en un 50% en seis años». Además, y a pesar de las dificultades que se derivan de la crisis, el equipo directivo de BBK augura un crecimiento dos puntos por encima del mercado financiero.
En el capítulo del debe, Xabier Irala debe apuntarse el fracaso en el proceso de fusión de las cajas en la CAV, del que se consideraba uno de los principales impulsores, y que se frustró por las fuertes pugnas partidistas entre PP, PNV y PSOE. El ya ex presidente dice que, técnicamente, la fusión está preparada, a la espera de la maduración del proceso político, pero lo cierto es que en el momento actual, las entidades financiaras, incluida la BBK, han emprendido caminos individuales que no hacen pensar en ese escenario. Es más, el propio Irala avanza la posibilidad de comprar otra entidad en el Estado español.
Pero, sin lugar a dudas, el capítulo más deficitario de la gestión de Irala es el referente a la Obra Social de la caja, uno de los principales compromisos para con sus clientes en particular y la sociedad vizcaina en general. Una Obra Social que cada año recibe un porcentaje menor de los beneficios de la entidad: del 30% en 2003 al 26,7% en 2008, y que además apuesta decididamente por la subcontratación y la precariedad laboral. Las consecuencias son un reguero de guarderías cerradas, la pérdida continua de plazas de residencias para personas mayores o la paralización de los planes para construir viviendas de alquiler para jóvenes. Esa es la caja con la que se encontrará Mario Fernández. En su mano está seguir con el modelo heredado o emprender un necesario giro social en la BBK.