Maite SOROA | msoroa@gara.net
Los ayuntamientos como obsesión
El antiquísimo oficio de distorsionar la realidad -no confundir con el periodismo, por favor- se cobra más víctimas de lo que parece. La última es el propio distorsionador, que termina por ver gigantes donde hay molinos y monstruos donde odres de vino. Como el pobre Alonso Quijano.
Ayer Luis María Ansón en «El Imparcial» -que ya se las gasta el nombrecito...- titulaba de forma espectacular su columna: «ETA, con dinero público gracias a Zapatero». No pierdan ripio.
Según el vetusto augur de la derechonísima, «cuando se quería presentar a las elecciones generales como el gran pacificador, cuando entabló una negociación política, de tú a tú, con los terroristas de ETA, cuando comprometió la dignidad nacional hasta la náusea, Zapatero decidió que ANV y PCTV se convirtieran en partidos legales, sobre todo en aquellos municipios donde podían mojar e, incluso, ganar. Hasta las ranas del estanque del Retiro sabían que ANV y PCTV eran correas de transmisión de ETA, organizaciones destinadas a financiar a la banda con dinero público, incluso a través de la corrupción de las licencias y los favores municipales».
Una pena, sin duda, que las ranas del Retiro no se puedan personar ante los tribunales, pero si Ansón lo tiene tan claro ¿por qué no se presenta con las pruebas bajo el brazo? Cabe la posibilidad de que también él sea rana del Retiro...
Y ahora que su Tribunal Supremo (recalquen el `su') lamenta Ansón que la decisión llega tarde porque «la financiación etarra a cargo de los partidos ahora deslegalizados ha contribuido a los últimos atentados perpetrados por la banda». Si quisiera, Ansón podría decir con qué dinero se sostuvo la tiranía de las cuatro décadas y a sus herederos.
De lo que se trata, en opinión de Ansón y los de su cuadrilla, es de disolver ayuntamientos vascos. Ya lo hicieron en su día, así que advierte que «no será fácil hacer cumplir la sentencia del Supremo. Patxi López tiene la obligación formal de extirpar de cada ayuntamiento los tumores de ANV y PCTV. Y hay que hacerlo sin contemplaciones, cuanto antes y sin una sola concesión. El decoro del Estado de Derecho así lo exige». Cuando éstos hablan de derecho y de decoro, me mondo.