El alcalde de Berriozar, Mikel Lasa, de NaBai, anunció ayer que no piensa disolver el grupo de ANV en Berriozar hasta que no llegue la orden judicial. Lasa respondía así a los concejales de UPN de la localidad navarra, que exigen que el grupo sea disuelto sin esperar «ni un minuto más».

El alcalde de Berriozar tachó al portavoz del grupo municipal de UPN, Sergio Sayas, de «aprendiz de jurista» por querer actuar contra ANV sin respetar siquiera los trámites de la propia justicia española, e incidió en que «en general» todos los miembros de UPN son unos «aprendices de juristas». Por su parte, Sayas (también líder de las juventudes de UPN) afirmó que el alcalde sólo busca «excusas» para no acometer la disolución del grupo, que cuenta con tres concejales en la localidad, los mismos que UPN.

Lasa se defendió ayer aclarando que la sentencia del Supremo es un auto judicial, no una ley y recordó que las resoluciones de los tribunales «se ejecutan a partir de que se pronuncian por parte de los jueces y son notificadas a los implicados». Por ello, Lasa consideró que los ayuntamientos que «por su cuenta y riesgo» han disuelto los grupos de ANV en Nafarroa, «han ido más allá de lo que decía propiamente el auto de la Audiencia Nacional».

Una orden «poco clara»

Asimismo, el alcalde argumenta que el hecho de que el Supremo haya tardado un año en pronunciarse sobre la decisión del juez Garzón, se debe a que ésta «no estaba clara». Por tanto, Lasa interpretó que el auto hacía referencia a ANV como partido político, pero no a los grupos municipales. Además, recordó no ha recibido «ningún requerimiento de ningún juez diciendo que no había hecho una mala interpretación de la sentencia o que no haya hecho algo que no debía hacer».

Así, el alcalde de NaBai se mostró dispuesto a disolver el grupo de los tres concejales que le permiten seguir en el cargo, pero únicamente «cuando proceda jurídicamente» y nunca «haciendo caso a lo que marque UPN en cuanto a los plazos».

El líder de la oposición, por su parte, cargó contra el alcalde porque, a su juicio, Berriozar ostenta «el dudoso honor de ser uno de los pocos ayuntamientos en nuestra comunidad que mantiene todavía sin disolver el grupo de ANV gracias a NaBai e IUN». Sayas aseguró que ambas formaciones «defienden los derechos humanos en paises exóticos, pero no hacen nada contra quienes los vulneran en aquellos lugares donde tienen responsabilidades».