Rodaje de «Zigortzaileak»
Bálsamo de humor para enfrentarse al «bullying»
Con una gran dosis de humor, hasta el problema del acoso escolar tiene solución. El equipo de «Zigortzaileak» encara la última semana de rodaje. El objetivo, que los cines abran el 2010 con una comedia infantil en euskara, la primera con personajes de carne y hueso.
Itziar AMESTOY
Si algo tiene el rodaje de «Zigortzaileak», es que ha supuesto «una primera vez» para la mayoría de su equipo. Los protagonistas son siete niños y niñas que nunca antes habían trabajado en la interpretación. La autora de la historia, Arantza Ibarra, que dirige la cinta junto a Alfonso Arandia, se ha lanzado con esta comedia infantil al largometraje y al cine. El resto del reparto y equipo técnico han podido conocer de primera mano la experiencia de trabajar con un grupo de una reducida media de edad.
El resultado del trabajo llegará a la gran pantalla, si las previsiones se cumplen, a principios del próximo año. Destinada a un público infantil, la historia se estrenará en euskara, aunque también se traducirá a otras lenguas. En ella, se narran las aventuras de un grupo de dos niñas y un niño que, hartos de recibir un trato negativo de sus compañeros, deciden seguir el modelo de los super héroes y montar un grupo de salvadores, «Zigortzaileak». Su función será la de castigar a los «malos» con pequeñas represalias, siempre desde la curiosa imaginación de un niño y con un claro toque de humor.
equipo inexperto
La principal dificultad con la que se iniciaba el rodaje fue, precisamente, la poca experiencia de los protagonistas. Este obstáculo, sin embargo, no fue determinante y existe una clara unanimidad al subrayar el buen trabajo de los niños y la rapidez con la que han aprendido los secretos del oficio. La directora reconoce que «siempre le ha gustado» trabajar con menores y que se ha recorrido muchas escuelas para conocer de primera mano qué respuestas causaban sus cuentos y dibujos. Por ello, no dudó en encabezar la que es la primera experiencia de cine infantil en euskara que tiene a seres humanos como protagonistas, dejando a un lado los habituales dibujos animados. «Al principio sí que trabajaban de forma muy mecánica; se tenían que repetir las escenas más veces y por eso se hacía más largo». Resalta, aún y todo, que han aprendido de forma rápida y en las últimas semanas se nota «que son mucho más frescos y naturales, y te aportan muchas cosas». Si hay una responsable clara del buen funcionamiento del equipo infantil esta es la actriz Loli Astoreka. Además de formar parte del rodaje, se ha encargado de coordinar a los actores: «Me han puesto un nombre en inglés, algo así como coach», bromea. Durante estas semanas ha sido, según dice ella, «niñera», coordinadora pero, sobre todo, compañera de «estos siete actorazos». Asegura que son muy espabilados y que desde la primera semana «cogieron muy bien el ritmo y el lenguaje».
Futuros profesionales
Son los propios actores quienes sólo tienen buenas palabras para valorar esta experiencia. «No se parecía a lo que nos podíamos imaginar», comenta Nikola Zalduegi; mientras que Andoni Delarigne informa de que «no es fácil grabar», a veces por las condiciones y, otras, por tener que aprenderse los textos. De lo que no hay duda al hablar con ellos es de que están disfrutando del rodaje. Arantza Ibarra describe que están como en unos campamentos y ellos mismos lo reafirman al asegurar que no tienen ninguna gana de que se acabe. «Seguiríamos todo el año», bromea Nikola. Como momento más difícil, recuerdan el día que grabaron «el castigo de Ángel», dice la protagonista Amaia Aberasturi. Tal y como describe, estuvieron grabando toda la noche hasta las siete de la mañana. «Era de acción y había que repetir escenas muchas veces», apunta Estibaliz Sarasola. Todos coinciden en que, por el momento, les encantaría convertirse en actrices y actores.
La elección de estos cuatro niños, y los otros tres que también protagonizan «Zigortzaileak» fue largo. Han sido seleccionados entre más de mil niños, en un proceso que se alargó entre abril y junio. Una vez finalizado el curso, se lanzaron a rodar. Los niños vivieron esta selección desde su ingenuidad. «Pasamos tres castings; un primero para ver cómo te comportabas delante de una cámara y dos más tarde con otros chicos y con un guión», resume Nikola. Ninguno tenía experiencia en la interpretación y la mayoría acudieron a los castings por probar otras experiencias. Amaia asegura que «en casa están orgullosos y nos animan a que sigamos adelante». La directora desvela, aún y todo, que tenía una idea muy clara en su cabeza respecto a los personajes y que fue en su busca. «Tenía unas características tan concretas que cuando vi a cada uno de ellos lo tuve claro».
Acoso escolar
Que el rodaje esté siento tan divertido para los actores tiene gran parte de razón en que se trata de una película de acción. A la vez, la directora asegura que será una comedia muy divertida, dirigida al público infantil. Con estas premisas, parece difícil imaginar que el tema de fondo que trata la película es una situación como el acoso escolar. Arantza Ibarra buscaba aportar un punto de vista entretenido, alejado del habitual dramatismo con el que se trata. «Si consigo que una persona pueda hablar con su hijo o con su alumno de una forma más divertida y puedan solucionar algo así ya sería un logro», sentencia la directora.
Como un logro puede tomar el contagio de esta actitud que se ha vivido en el equipo. Los actores más jóvenes lanzan el mensaje de que «no se callen, que hablen con los amigos». Fue Nikola quien lo expresó pero el respaldo de sus compañeros quedó claro. El narrar la historia en un tono cómico abre la posibilidad, según Astoreka, de que se encienda la alerta de «si nos juntamos, nos va a ir mejor». Comenta graciosa que el humor también se lo da el hecho de ver cómo castiga un niño, con toda «su imaginación». Carlos Sobera también forma parte del equipo. De hecho, es un malvado «padre maltratador». Minutos antes de comenzar a rodar una secuencia en la que iba a recibir una «merecida» -dicho por él mismo- paliza, resalta también el acierto del tratamiento sobre el «bullying» de la directora. «Si lo haces en plan dramático, seguro que llega al corazón, pero y luego ¿qué? La idea es que llegue a los chavales y lo que pasa muchas veces es que cuando sufren maltratos se colapsan y no saben salir de ahí». Por lo tanto, con «Zigortzaileak», sus responsable pretenden desatascar una situación como el acoso escolar con el bálsamo del humor.
A pesar de ser nuevos en el cine, los niños han aprendido a guardar muy bien su imagen y no quieren estar delante de los medios de comunicación sin haber visitado previamente a sus compañeros de vestuario y maquillaje.
Los siete niños que protagonizan la historia no dudan en animar a la directora a rodar una segunda parte. Ella, por su parte, comenta entre risas que está sorprendida y, por si acaso, apunta las ideas que le aportan en un cuaderno.
Amaia Aberasturi, Andoni Delarigne, Estibaliz Sarasola, Martin Gandiaga, Peio Madariaga, Asier Vegas y Nikola Zalduegi son el grupo de niños y niñas que protagonizan este trabajo con el que debutan todos ellos en el mundo de la interpretación.
Los jóvenes actores están disfrutando mucho del rodaje, según explican. De hecho, aseguran que no quieren que se acaben y la directora Arantza comenta que, en su opinión, están viviendo estas semanas de rodaje como un campamento.