Juanjo Basterra Periodista
Los empresarios, encantados con la mesa de diálogo
Ala vuelta de vacaciones compruebo que nada ha cambiado. Las empresas y bancos de referencia siguen con enormes beneficios, mientras que a los trabajadores se nos amenaza con salarios más bajos y con peores condiciones de trabajo. El paro crece y los expedientes de regulación se asoman ya a cuotas cercanas a la crisis económica de 1993.
Bajo este contexto, estos días hemos visto que quienes aceptan la mesa de diálogo social del Gobierno de Gasteiz, que es una imitación a la fracasada de Iruñea, nos dicen que en poco más de un mes se han obtenido grandes logros. No es cierto. De grandes, poco; y de logros, nada. La realidad es que quienes se sientan en Lakua esperan a lo que se decida en Madrid.
Allí los empresarios no sólo buscan el despido libre, que casi lo tienen en la actualidad, sino también mejoras para sus bolsillos a cuenta de las arcas públicas. Quieren pagar muchísimo menos por las cotizaciones sociales. El Gobierno español ya les ofreció una rebaja de 4.500 millones en cotizaciones sociales, pero los empresarios quieren más, y, por otro lado, pagar menos impuestos. Somos los trabajadores quienes sufrimos la peor parte de la crisis y quienes pagamos a las arcas públicas para que, en realidad, éstas beneficien a quienes obtienen salarios astronómicos.
Por cierto, para los acuerdos logrados en la mesa de diálogo social de Gasteiz no hacían falta reuniones ni textos grandilocuentes, simplemente que el Gobierno de Patxi López hubiese decidido aumentar más las ayudas a la formación de los trabajadores con expedientes de regulación. Ese paso se da porque los empresarios se han despreocupado de la formación de los trabajadores, como constatan los datos oficiales.
En materia de salud laboral, hubiera bastado simplemente con hacer cumplir a los empresarios la legislación que entró en vigor en febrero de 1996. Con este tipo de acuerdos, los empresarios sólo buscan prolongar en el tiempo el incumplimiento de la legislación, porque la Administración pública no actúa contra la élite económica.
Así las cosas, el secretario general de Confebask se mostró encantado con la mesa de diálogo. No es para menos.