Alemania y Euskal Herria, dos formas de ver la crisis
En los últimos días llegan desde Estados Unidos mensajes que pretenden llamar al optimismo sobre la evolución de la coyuntura económica. Si a finales de semana era Barack Obama quien aseguraba que las medidas contra la crisis comienzan a dar resultados, ayer el consejero económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers, concretaba que es «muy, muy probable» que el crecimiento vuelva en la segunda mitad del año, al conocerse que en el último trimestre la contracción de la actividad ha disminuido. Sin embargo, estas aparentes e hipotéticas perspectivas alentadoras no afectan de momento a la recuperación del empleo, que deberá seguir esperando más tiempo.
El paro es precisamente una de las principales preocupaciones de la ciudadanía vasca. Según una encuesta elaborada por la Comisión Europea, el miedo a perder el empleo y la falta de confianza en que la situación vaya a mejorar a corto plazo afectan al 65% de la población del Estado español, un porcentaje que dobla la media de la Unión Europea. Este volumen de inseguridad puede aplicarse perfectamente a Hego Euskal Herria, que padece una estructura laboral similar a la del resto del Estado, y contrasta con la percepción de la situación que tienen otros países europeos. Es el caso de Alemania, afectada de forma similar por la crisis global, y que, además, ha sufrido una mayor pérdida de riqueza, pero que demuestra una mayor tranquilidad. Sólo el 21% de los alemanes encuestados teme perder su trabajo, mientras que el 66% está convencido de que lo peor ya ha pasado.
La diferencia de percepción entre la ciudadanía vasca y la alemana no es fruto de la casualidad. La explicación hay que buscarla en la estructura de la economía vasca, excesivamente confiada al sector de la construcción y con un mercado laboral desmedidamente dominado por la precariedad, factores que han provocado que el paro haya subido casi cuatro puntos en apenas un año, pasando del 7,4% de junio de 2008 al 11% actual. Mientras tanto, en Alemania, donde el mercado inmobiliario se dirige al alquiler y el empleo temporal es la mitad que en Hego Euskal Herria, la tasa de desempleo no supera el 7,7%, sólo cuatro décimas más que hace doce meses.