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La Orquesta de Budapest interpreta a Bartók en la Quincena

La Orquesta del Festival de Budapest, considerada una de las mejores orquestas de Europa, llega hoy a la Quincena Musical de Donostia comandada por su director titular, Ivan Fischer, y el violinista griego Leonidas Kavakos. Juntos interpretarán obras de Serge Prokofiev, Antonin Dvorak y Béla Bartók, del que la orquesta húngara es gran especialista.

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Mikel CHAMIZO |

La Orquesta del Festival de Budapest fue creada en 1983 por Ivan Fischer y Zoltán Kocsis con músicos «elegidos entre la flor y nata de los jóvenes intérpretes húngaros» con el fin de celebrar tres o cuatro conciertos anuales. Gracias al mecenazgo y a la subvención de los distintos planos de la administración húngara, la orquesta es hoy una formación estable que se ha convertido en símbolo musical de la ciudad que la acoge y, por extensión, de todo el país, al que sirve exportando su música por todo el mundo. Esta tarde llegan hasta Donostia con un programa que, además, les va como anillo al dedo: el «Concierto para violín» nº2 de Bartók, autor fetiche de la orquesta húngara en su todavía corta trayectoria, y la «Sinfonía» nº7 de Dvorak, precedidas ambas por la «Obertura sobre temas hebreos» de Serge Prokofiev.

Para la interpretación del «Concierto para violín» nº2 de Bartók la orquesta ha invitado al violinista griego Leonidas Kavakos, que vuelve a Euskal Herria tras visitas anteriores no muy lejanas en el tiempo. Kavakos, nacido en Atenas en 1967, es uno de los más apreciados de entre esa notable generación de violinistas que abarca a estrellas como Joshua Bell, Vadim Repin, Frank Peter Zimmermann o Thomas Zehetmair. Aunque se proclamó vencedor de dos de las más importantes competiciones del mundo, la Sibelius (1985) y la Paganini (1988), el reconocimiento internacional le llegó a Kavakos en 1991, cuando los herederos de Jean Sibelius lo eligieron para grabar, por primera y hasta el momento última vez, la versión original del archifamoso «Concierto para violín» del compositor finlandés, quien decidió remodelarlo tras su estreno. Kavakos grabó las dos versiones en un CD junto a la Sinfonía Lahti, y desde entonces su nombre va indisolublemente ligado al de Sibelius. De hecho, y si no recuerdo mal, su presentación en Euskal Herria fue hace unos años tocando este concierto junto a la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Bartók, no obstante, es un autor que también se le da muy bien, como todo el repertorio del siglo XX. Su Isaye es referencial, y suele tocarlo como bis. A ver si hay suerte.

En cuanto a Ivan Fischer, decir que está considerado una de las batutas más creativas de su generación. Nacido en 1951, Fischer recibió el primer entrenamiento musical en su propia familia, donde aprendió los rudimentos del piano, el violín y el violonchelo. Posteriormente se graduó en Viena, donde recibió lecciones de orquesta de Hans Swarowsky y Nikolaus Harnoncourt. Su repertorio se centra principalmente en Bach, Mozart, Brahms, Dvorak, Mahler y Bartók, a los que interpreta con una mezcla de «filosofía, teatro y psicología, según criterios de Schopenhauer, Stanislavski y Jung», en sus propias palabras. Fischer fundó la Sociedad Mahler de Hungría junto con el nieto del compositor, contribuyendo asimismo al sostenimiento de la famosa Academia Kodály. Su salto a la fama internacional se produjo al ganar el Concurso de la BBC/Rupert Foundation a la edad de 25 años. Esto le abrió las puertas de las principales orquestas del mundo.

Previamente a su compromiso actual con la Orquesta del Festival de Budapest, Ivan Fischer también ha sido director musical de la Northern Sinfonía de Inglaterra (1979 - 1982), Kent Opera (1984 - 1989) y el principal director invitado de la Cincinnati Symphony Orchestra (1989 - 1996).

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