GARA > Idatzia > > Eguneko gaiak

OFERTA DE PAZ DEL LÍDER KURDO, ABDULLAH OCALAN

«Ocalan está concentrado en el proceso en ciernes y muy determinado con la paz»

p002_f01-148X152.jpg

Serkan AKBAS

Abogado de Ocalan

Akbas ofrece en entrevista a GARA su valoración del retraso en la publicación de la hoja de ruta para desatascar la cuestión kurda anunciada por su máximo líder, Abdullah Ocalan, desde su prisión de Ímrali. 

A. PRADILLA- A. INTXUSTA |

Casi dos semanas después de que se anunciase el plan de paz que habría elaborado Abdullah Ocalan, presidente del PKK, desde su celda en la prisión de Ímrali, el documento sigue sin hacerse público. Serkan Akbas, uno de sus abogados, es una de las últimas personas que ha podido tener contacto con el líder kurdo, de quien asegura que está «comprometido con la paz». No obstante, el letrado mantiene sus sospechas de que Turquía está intentando retrasar la presentación del documento para contrarrestarlo haciendo público su propio texto.

La propuesta de paz de Abdullah Ocalan se anunció para el 15 de agosto pero todavía no se ha hecho pública. ¿Qué ha ocurrido?
Él está preparando algo muy detallado. No esperábamos nada así, creíamos que consistiría en un texto corto sobre las demandas del pueblo kurdo, pero está elaborando un documento muy detallado, con una reflexión sobre la historia de la nación, ideología, sociología... Ha escrito cientos de páginas y en la última ocasión en la que le visitamos todavía no lo había concluido. No sabemos si lo habrá terminado o no, estamos esperando. Aseguró que estaría listo en dos o tres días, por lo que probablemente ya estará preparado. Aunque después tendrá que entregarlo a la dirección de prisiones del Estado turco, que lo revisará, como hace con todos los escritos que llegan desde una cárcel. Confiamos en que no tocará el texto y lo entregará tal y como ha sido escrito. Esperamos recibir el documento entre esta semana y la siguiente, a principios de setiembre.

¿Podría retrasarse todavía más?
La cuestión está en manos de los jefes de prisiones turcos. Si deciden que el documento no sale de la prisión hasta final de año, no podemos hacer nada. Si eso ocurre, reclamaremos ante el Ministerio de Justicia. Y si éste o el Gobierno no facilitan que el documento salga de la prisión recurriremos a algún país europeo. De todos modos, el documento no se hará público en el mismo momento en el que lo recibamos. Tenemos que leerlo y transcribirlo al ordenador, ya que está escrito a mano. Después se entregará al público, tal y como Ocalan ha solicitado. Aunque si nos dice que esperemos algunas semanas hasta ver algún gesto más del Gobierno turco, también lo haremos.

Algunas voces advierten de que Turquía está dificultando el acceso a Ocalan para retrasar la publicación de su propuesta de paz hasta que se presente la alternativa de Ankara...
Ésta es una interpretación. Hay gente que piensa que no se va a permitir que el documento se haga público hasta que Turquía no presente su propuesta. Mi opinión es que lo van a mantener paralizado para ganar tiempo y elaborar su propio texto. Pero sólo es mi opinión.

Se está hablando de un proceso que todavía no ha comenzado, ¿qué dificultades están encontrando para sentar unas bases?

Estamos esperando pequeños pasos por su parte. Turquía habla de derechos individuales, pero nosotros nos referimos a los colectivos, a los derechos políticos. Parece que ellos sólo quieren reconocer derechos individuales muy básicos, como algunas concesiones en educación o religión. Pero ésto son solamente bases individuales, no es por lo que estamos luchando. No queremos que ocurra como con el canal TRT 6. El Gobierno turco concedió un canal en kurdo pero sin permitir la participación de esta comunidad, por lo que se ha convertido en un canal vacío al que nadie da ninguna credibilidad. Al principio parecía un buen paso, pero era unilateral. Y no va a prosperar ninguna propuesta unilateral y que no tome en cuenta al oponente. Con estas medidas va ocurrir lo mismo. Queremos sentarnos en una mesa y hablar sobre las condiciones del proceso y sobre todos sus contenidos. Aunque Turquía sigue con una mentalidad antigua, pensando que son el imperio otomano que ofrece concesiones a sus esclavos.

Todavía hay en marcha un proceso para ilegalizar el DTP...
Sí, de hecho esta semana pasada fueron detenidas siete personas y hoy mismo, uno de los miembros del comité ha sido condenado a tres años por expresar sus opiniones. Además, las operaciones militares continúan. Ellos están usando la espada de la democracia. Te ponen una espada al cuello y te amenazan con ilegalizar el partido si dices algo equivocado.

¿Puede ponerse en marcha un proceso en estas condiciones?
Hay que tener en cuenta que existe una pugna de poder dentro del propio Estado turco. ¿Qué podemos hacer si los jueces nos ilegalizan y el Gobierno quiere seguir con el proceso? ¿Si una parte del Estado te ataca y la otra quiere conseguir la paz? Estas cosas pueden ocurrir, se trata de un proceso flexible.

¿No confían en recibir unas garantías?

No nos las van a dar. El Estado turco está dividido, no está unificado. Nosotros hablamos con el gobierno, pero los militares o los jueces pueden hacer otras cosas. Aunque también pueden apostar por el proceso.

Ha hablado de las diferentes opiniones dentro del estado turco. ¿Se trata de un fenómeno que puede ocurrir también dentro del pueblo kurdo?

El DTP representa a la vasta mayoría de los kurdos, y Ocalan y el PKK controlan la gran mayoría del movimiento. Si dicen que no luchan por la independencia, no lo harán.

Con este proceso, ¿llegará también la liberación de Ocalan?

Si tiene que ocurrir, será paso a paso. La lucha de los kurdos está presionando mucho al Gobierno turco, y éste está contra las cuerdas. Algún día tendrá que hacerlo, pero esto podría tardar años. Aunque podrían ser meses, si el proceso va bien. Lo que está claro es que tendrán que liberar a Ocalan. No se puede hablar del futuro, pero toda la determinación de los kurdos está en este sentido.

¿En qué condiciones se encuentra actualmente el presidente del PKK?

Estuve allí la semana pasada. Se encuentra en muy buen estado de salud y está muy concentrado en el proceso que está a punto de comenzar. Está muy determinado con la paz. Y está observando muy atentamente lo que está ocurriendo. Sicológicamente está en muy buenas condiciones, es un hombre muy fuerte. Otra cosa son las malas condiciones de vida que está padeciendo. Policía Foral.

ANÁLISIS
Txente REKONDO I Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

El 15 de agosto se cumplían 25 años de la primera acción armada del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)  y ese aniversario llega marcado por distintos movimientos en torno al llamado conflicto kurdo.

Esperanzas y miedos
Las medidas represivas de todo tipo (guerra sucia, ofensivas militares contra la población, ilegalización de organizaciones políticas, encarcelamiento de dirigentes…) no han cesado por parte turca en estos años. Todo ello aderezado con la maniquea maquinaria propagandística del Estado turco.

Los dirigentes kurdos ya habían apuntado a la necesidad de entablar un diálogo entre su dirigente en prisión, Abdullah Ocalan, y Turquía. Han ofrecido además varias alternativas para una interlocución para superar los posibles vetos turcos, desde los dirigentes del PKK en libertad, los electos kurdos del DTP e incluso la sociedad civil». En definitiva, los representantes kurdos han reiterad «la imperiosa necesidad de entablar conversaciones como única salida al conflicto armado que dura tantos años.
En este contexto, el Gobierno turco ha puesto en marcha su «propuesta kurda», una iniciativa destinada a afrontar el tema de una manera, al parecer, radicalmente diferente al pasado. La expectación generada puede verse incrementada con los pasos que anuncien los dirigentes kurdos.
La propuesta gubernamental recoge dos elementos importantes. Por un lado, busca incluir a todos los actores para asegurar que el proceso no sea saboteado, al tiempo que remarca que es el propio Estado, y no un partido político (AKP), el que lidera la propuesta. El segundo paso sería presentar una hoja de ruta que genere  amplio consenso de cara a afrontar las negociaciones.
El gobierno se ha reunido con empresarios (que apoyan la propuesta siempre que no sobrepase «las líneas rojas»), periodistas, partidos políticos, representantes kurdos, ONGs…Además, ha recogido el apoyo de intelectuales «para resolver el conflicto a través de medidas pacíficas y democráticas». Por su parte, lo todopoderosos militares turcos, y a pesar de sus reservas históricas, han reconocido recientemente que el conflicto «no se acabará únicamente con medidas militares, sino que son necesarias otras de carácter político, económico o social».

Los obstáculos, de prosperar la iniciativa, van a ser numerosos. Por un lado están los partidos de la oposición, que de momento se han posicionado en contra, buscando obtener réditos políticos. Desde el conservador MHP se acusa de traición al Gobierno y amenazan con echarse al monte. Por su parte, el «socialdemócrata» CHP, y a pesar de su rechazo público, parece que se toma la misma muy en serio, y según algunas fuentes locales estaría preparando su propia propuesta que haría pública en los próximos días.
Uno de los principales obstáculos que deberá superar cualquier iniciativa dialogada es la propia mentalidad turca, una barrera que durante años ha sido moldeada y manipulada por los dirigentes turcos y que no será nada fácil que cambie en poco tiempo, y sobre todo el «miedo a la democracia» de algunas formaciones políticas del sistema.
Tampoco podemos olvidar el papel que juegan los dirigentes actuales del sur del Kurdistán, cómodos en su papel de administradores autonómicos, pero temerosos de las consecuencias que un cambio en la situación del norte podría tener en su propio entorno. En las recientes elecciones autonómicas se ha visto cómo el descontento hacia esa estructura corrupta crece, y también la respuesta de ésta, prohibiendo participar al Partido de la Solución democrática del Kurdistán (PCDK), que junto al PKK del norte, el PJAK del este y el PYD del oeste, conforman la Confederación Democrática del Kurdistán (KCK).

Uno de los asuntos clave es asegurar la participación política para los representantes kurdos, como paso para que las demandas de libertades, derechos políticos y culturales se puedan plasmar. Un profesor universitario turco ha advertido del peligro que supone que la población «no pueda expresar su demandas a través  de la acción política», y que intentar «acallar o silenciar las mismas no quiere decir que éstas no existan».
Evidentemente, esta iniciativa no es la solución por sí misma, pero en estos momentos se podría estar poniendo las bases para «discutir y comprender» la situación, y se crean al mismo tiempo los ejes para posteriormente «centrarse en las soluciones».
Es pronto para anticipar el desenlace final. Lo que se antoja esencial es que el dialogo puede haber comenzado, y que mientras continúe se abordarán temas como el desarme, la liberación de los presos, la reconciliación…pero sobre todo se deberá hacer frente a las demandas de libertad y derechos del pueblo kurdo. En esa coyuntura las reformas legales y constitucionales que el Estado turco deberá abordar son claves.
La esperanza aumenta mientras en algunos sectores crecen los temores. La solución dialogada al conflicto debería impulsar a la primera sobre los segundos.
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo