La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, reconoció ayer, como ya había hecho la víspera en Italia el presidente Rodríguez Zapatero, que el Gobierno español estudia subir los impuestos indirectos, incluido el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), y defendió esta medida argumentando que será implementada bajo los criterios de «eficacia, equidad y justicia».

El Ejecutivo español aún no ha concretado en qué va a consistir la modificación fiscal con la que pretende recaudar 15.000 millones de euros, aunque todo parece indicar que los impuestos indirectos se verán afectados. Un subida de estos impuestos, que gravan el consumo, perjudicaría especialmente a las personas con rentas más bajas, ya que suben el precio de los bienes de consumo con independencia de cuál es la renta de cada consumidor.

Salgado, en una entrevista en RNE, sí dijo que no habrá modificación, «ni en los tramos ni en los tipos», en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ya que, sostuvo, «lo que hay es razonable».

Cuando se presente la LPGE

La ministra de Economía explicó que las futuras modificaciones fiscales no se conocerán hasta que se presente el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, y defendió que «producirán las menos distorsiones posibles».

En este sentido, valoró que la cuantía estimada de recaudación con el aumento impositivo debería compararse con los 20.000 millones que ha supuesto la reducción de impuestos que ha llevado a cabo el Gobierno español en esta legislatura.