Lasarte sacrificó a Aranburu para dar cabida a Nsue en una convocatoria en la que no entró Bravo
Se busca el primer triunfo para mejorar con confianza
Los blanquiazules quieren sumar en su cuarto partido oficial la primera victoria que permita tener más tranquilidad para afrontar el futuro. Un renovado Nastic ha sumado cuatro puntos en dos jornadas.
LAS PALMAS-R. SOCIEDAD
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real busca en un campo que se le ha dado bien la victoria que permita afrontar el proceso de mejora que necesita con mayor confianza y evitar encarar con una presión exagerada el próximo partido de Anoeta. La ilusión de la pretemporada ha dado paso a las dudas y los jugadores y los técnicos realistas deben abstraerse de lo que les rodea y formar un equipo con un estilo claro que defienda y ataque mejor que hasta ahora.
Lasarte llegó con la misión de imprimir a la Real una mayor intensidad y agresividad en su juego, sobre todo en Anoeta, y los dos primeros partidos del estadio han estado en la línea del año pasado y no se ha marcado ningún gol. El uruguayo incidía el jueves en la necesidad de jugar más juntos y es evidente que eso siempre es necesario.
Pero la clave está en definir el estilo de juego. La Real tiene jugadores para ser un equipo que presione arriba si gente como Nsue y Aranburu se hallan en la línea de tres detrás de Agirretxe. Ansotegi y Mikel González, si son los centrales elegidos, tienen velocidad para que la línea defensiva esté más adelantada. Y todos los pivotes son buenos para presionar.
Uno de los defectos de la temporada pasada y del inicio de ésta es que la Real recupera el balón demasiado atrás y ahí empiezan los problemas en ataque, porque los medios centros no son organizadores, por mucho que a Elustondo se le quiera encomendar una responsabilidad que no está acorde con sus buenas virtudes, y Xabi Prieto tiene que bajar a recibir el balón casi al centro del campo cuando su equipo necesita que su calidad la exprima mucho más cerca del área y dentro de ella.
Pero cambiar de estilo de fútbol no se consigue de un día para otro. Se va a necesitar tiempo y además jugadores que deben ser claves en este equipo como Aranburu y Nsue necesitarán más de un mes para aportar lo que pueden. Uno porque está en plena pretemporada tras superar su lesión y otro porque la FIFA y la Federación Española maltratan a los clubes que sostienen su negocio con un Mundial sub'20 que va a privar a la Real de uno de los jugadores que deben ser básicos este año. Pero en este duro comienzo hay que ganar partidos, porque pelear por el ascenso implica estar siempre cerca de los primeros.
Pocos cambios
Porque Nsue, cuya baja se dejó notar ante el Murcia, sólo podrá jugar hoy antes de irse el lunes con la selección española. El balear entró por Aranburu en una lista de la que se quedó fuera Bravo porque no era aconsejable montarle en un autobús tras aterrizar de Chile. Desde la web de la Real se justificaba la ausencia de Aranburu porque «el entrenador prefiere que entrene durante estos días en Zubieta para que prosiga con su puesta a punto definitiva, tras la lesión de la que viene recuperándose».
También la entrada de Nsue en lugar de Bueno se perfila como único cambio que introducirá Lasarte en el once contra un Nastic que volverá a apostar por la misma alineación que ha utilizado en los dos primeros partidos, saldados con un triunfo en Murcia (0-1) y un empate en casa ante el Girona (1-1). Es duda José Mari, motivo por el que César Ferrando convocó 19 jugadores.
El equipo catalán ha renovado su plantilla con once incorporaciones. Ha apostado fuerte para intentar pelear por el ascenso y así ha fichado a jugadores con experiencia en Segunda, como los delanteros Roberto (Huesca) y Rubén Navarro (Hércules) -25 goles entre los dos la pasada temporada-. Además han llegado Morán (Hércules), Parri (Cádiz), Curro Torres (Valencia), Jorge (Sporting), Miguel Ángel (Málaga) o Biel Medina (Eibar).