Tras la huelga general, un decálogo de actuaciones concretas
La mayoría sindical presenta un decálogo de medidas contra la crisis y exige un marco propio
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru presentaron un decálogo de medidas urgentes para luchar contra la crisis, que exige desde empleo de calidad e igualdad de condiciones hasta el marco vasco de relaciones laborales.
Juanjo BASTERRA | BILBO
El empeoramiento de la economía, el aumento del desempleo y la pérdida progresiva de las condiciones laborales han motivado a la mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru, a poner en marcha «un decálogo de medidas urgentes para luchar contra la crisis» en la búsqueda de un modelo económico y social alternativo, «más justo y equilibrado y basado en el reparto de la riqueza y del trabajo tanto productivo como reproductivo».
Exigen, sin ninguna demora ante la gravedad de la situación actual, «un cambio en las políticas que se aplican para lograr una profunda transformación que permita a los hombres y mujeres que vivimos en Euskal Herria decidir nuestras propias políticas económicas, laborales y sociales; y un marco propio con competencias legislativas plenas en materia económica, laboral y de protección social».
Hasta final de diciembre recogerán firmas y realizarán movilizaciones para rechazar de manera directa la política que han emprendido los gobiernos y administraciones públicas «en defensa de la élite económica y de los empresarios, sin atender las reivindicaciones de los trabajadores, que somos los perjudicados de esta crisis, una vez más», señaló Josu Balmaseda, portavoz de ESK.
Intercambio de posturas
Ainhoa Iturbe, representante de EHNE, explicó que emplazan a los ejecutivos de Iruñea y Gasteiz y a las diputaciones forales a adoptar medidas a corto plazo, para lo que esperan tener reuniones directas para explicar el contenido del decálogo.
«No aceptamos el modelo económico y social actual que sólo beneficia a la élite económica, pero nuestra crítica, tras la huelga general del pasado 21 de mayo, está acompañada de propuestas concretas», señaló Ainhoa Etxaide, quien dijo que las actuaciones que propone la mayoría sindical «se pueden llevar a cabo. Sólo hace falta tener voluntad política de hacerlo».
El secretario general de ELA recordó que la mayoría sindical ya anticipó ante la huelga general pasada que «no se iba a producir un cambio en la política económica. Sí ha habido alternancia en el poder, pero no hay un cambio en la política real».
El decálogo recuerda que las causas que llevaron a la mayoría sindical a la huelga general pasada «han continuado agravándose, la patronal ha elevado el tono de sus exigencias y los gobiernos siguen a su servicio aplicando políticas que no responden a la crítica situación por la que atraviesan miles de trabajadores, así como los colectivos más desfavorecidos y excluidos de la sociedad».
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru afirman que «la patronal y las administraciones públicas no pueden seguir imponiendo unilateralmente su modelo económico y social, ni engañarnos con un `diálogo social' diseñado a la medida del capital para que nadie cambie y con el objetivo de neutralizar la acción sindical reivindicativa».
Marco Vasco de Relaciones
El decálogo exige el impulso del Marco Vasco de Relaciones Laborales y la protección social. Persigue el objetivo de que se dote a Hego Euskal Herria de legislación propia en materia de empleo, negociación colectiva y protección social «que permitan adoptar entre otras medidas la reducción de la jornada laboral, eliminación de las horas extras, adelantar la edad de jubilación, realizar políticas efectivas de empleo, mejorar el sistema de pensiones y dignificar los salarios de los trabajadores».
Apuestan por «el mantenimiento del empleo frente a los despidos» y una mejora de la calidad. Entiende que no se pueden aprobar expedientes de regulación sin el acuerdo de la mayoría sindical y que se debe eliminar el fraude en la contratación temporal. La mayoría sindical exige que se obligue a las empresas «a convertir el empleo temporal en indefinido y limitar la subcontratación». Pide el rechazo a las privatizaciones y la protección de la salud y la vida de los trabajadores».
También reclaman que se garantice la igualdad en las condiciones laborales «eliminando toda discriminación por razón de sexo, género, edad, discapacidad o nacionalidad». Otros elementos que destacan son la necesidad de «aumentar las prestaciones sociales para responder al incremento del desempleo y la pobreza», «unas prestaciones por desempleo que permitan una vida digna» y «la implantación de un salario social por encima del umbral de la pobreza», a la vez que exigen «una política social justa y progresiva, que contribuya al reparto más equitativo de la riqueza».
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru reclaman en el decálogo un aumento «del gasto público en Sanidad en un 52% y del 41% en Educación para equipararlo a la media de los países económicamente más desarrollados».
Acceso a vivienda de alquiler
Otro punto esencial para la mayoría sindical reside en el establecimiento por ley del derecho a una cobertura de todas las situaciones de dependencia, «que serán atendidas por un servicio público de calidad», cobertura en la red pública de todas las plazas que se demanden en el tramo de 0 a 3 años y, por otro lado, el derecho al acceso efectivo a una vivienda de alquiler social y penalización fiscal de las viviendas vacías».
Todo ello necesitaría del «impulso del sector público como motor de desarrollo económico y social», pero también pretenden que «se garantice la libertad sindical, el respeto a las mayorías sindicales, el derecho a huelga -sin decretar servicios mínimos abusivos- y poner fin a la exclusión de determinados sindicatos». Y reclaman la participación de la sociedad en el diseño de las políticas públicas.
de demanda ante Cáritas y el Banco de Alimentos se está produciendo en estos momentos ante la falta de recursos de muchas personas debido al empeoramiento de las condiciones de vida que está produciendo la crisis económica.
500.000
viven en Euskal Herria con un salario inferior a los 1.000 euros al mes, de ellos un 25% son trabajadores con contratos temporales. La gravedad de la situación ha obligado a la mayoría sindical vasca a poner medidas encima de la mesa para resolver el desequilibrio existente en materia fiscal, de empleo, de contratación y de protección social.
48,36%
del número de parados entre agosto de 2008 a 2009 en Hego Euskal Herria hasta alcanzar a 157.709 personas, un 11,59% de la población activa. El dato muestra la gravedad de la situación.
El próximo día 22 la mayoría sindical vasca realizará una movilización en Donostia para impulsar el decálogo. El 13 de noviembre y el 11 de diciembre reclamarán unos presupuestos más justos y sociales ante los parlamentos de Gasteiz e Iruñea.
52%
público en Sanidad y otro 41% más en Educación son dos acciones necesarias para conseguir que Hego Euskal Herria se equipare a la media de los países económicamente más desarrollados.
Adolfo Muñoz, «Txiki», explicó durante la rueda de prensa que el debate de la fiscalidad es un «fraude», porque, a su juicio, «un sólo Gobierno maneja cien opiniones diferentes». El líder de ELA recordó que el gasto social y la presión fiscal existente en Hego Euskal Herria mantienen un diferencial «enorme» con la media de gasto en el conjunto de la Unión Europea, por lo que afirmó que el debate sobre una reforma fiscal «es sólo ruido mediático, porque PSOE, PP, UPN y PNV están de acuerdo en el modelo existente que beneficia a la élite. Está claro que se ponen de acuerdo para que no cambie lo esencial». A juicio de Muñoz, «tienen decidido que las consecuencias las paguemos los trabajadores y los más desfavorecidos, por eso andan mareando la perdiz con ésta o aquella medida».
Recordó que tan sólo con igualar la presión fiscal vasca a la europea entrarían en las arcas públicas 4.500 millones anuales más y «sin embargo, el Gobierno de Patxi López nos ha anunciado que va a necesitar endeudarse en 1.000 millones para cumplir sus iniciativas», por lo que sentenció que «estamos muy por debajo de la presión europea con el único fin de beneficiar a los ricos, que pagan muy poco en impuestos».
En este sentido, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, remarcó que es decisivo recuperar «la progresividad y la equidad en materia fiscal» y afirmó que se debe cuestionar por parte de la sociedad, y de los trabajadores en particular, que no se adopten medidas que «toquen» las rentas de capital y, en cambio, «se apueste, como parece que va a ser, al final, por aumentar los impuestos indirectos, que gravan más entre los más desfavorecidos».
Por otro lado, Txiki Muñoz criticó la actitud que están manteniendo los empresarios y recordó que la patronal busca «salir de la crisis con ventaja, como ya lo hizo en 1993 y 1994, donde se introdujeron las dobles y triples escalas salariales, el chantaje, las ETT, las empresas de servicios y la desregulación del mercado laboral». Ese hecho tiene consecuencias directas en la crisis actual, dado que los trabajadores temporales son los primeros que sufrieron la pérdida de empleo.
Por eso, Ainhoa Etxaide afirmó, junto al resto de representantes sindicales, que se debe recuperar la calle para que las propuestas salgan a la luz y sean socializadas para que «nos demos cuenta de que sí hay solución. Entre todos tenemos que dar la vuelta a esta situación, porque es la mejor inversión económica».
Aseguró que es «estéril y un fraude» el modelo de diálogo social que los gobiernos de Iruñea y Lakua han puesto en marcha, ya que beneficia sólo a los empresarios. Y pidió «que se deje de desviar dinero público a manos privadas».J. BASTERRA
El secretario general de Confebask, José Guillermo Zubia, consideró ayer en declaraciones a Radio Euskadi que «todavía estamos muy lejos de la recuperación» y advirtió de que «salir de la crisis» no supondrá «volver a la situación anterior». Achacó la elevada destrucción de empleo al hecho de que parte del empleo generado «era de poca calidad», con «poco valor añadido» y «muy ligado al ciclo», así como a las «enormes rigideces» del mercado laboral español «no sólo desde el punto de vista de rescisiones, que parece que es lo que está permanentemente encima de la mesa, como para la adecuación de condiciones de trabajo» e insistió en que «indudablemente no se pueden dar portazos a analizar la reforma laboral» porque «es absolutamente necesaria». En ese sentido, consideró prioritario poner en marcha un sistema de «mayor flexibilidad interna» dentro del mercado de trabajo, lo que lleva consigo una mayor precariedad del empleo, aunque esa parte la ocultó.
Se mostró satisfecho con el plan anticrisis de Patxi López presentó la pasada semana. A su juicio, las medidas «son buenas» y «en conjunto, acertadas», si bien advirtió de que, «además de aprobar, en muchos casos su puesta en marcha es absolutamente clave en cuanto a plazos o concreción de las mismas» y desde el punto de vista del Gobierno español «tres cuartas partes de lo mismo», indicó.GARA
Entre las medidas sociales reclaman que los parados perciban una prestación por desempleo que les permita una vida digna; un salario social por encima del umbral de la pobreza y la puesta en marcha de una política de alquiler de vivienda social.