Una despedida anunciada
Laure Manaudou abandona la piscina por falta de ambición
La ex campeona olímpica y mundial anuncia su retirada a los 22 años. haber perdido la ambición por la competición
GARA |
Laure Manaudou anunció su retirada por haber perdido la ambición de la competición. «Lo dejo. No ha sido una decisión fácil de tomar pero se ha ido imponiendo poco a poco. No es una cabezonería. Lo he madurado con cuidado», afirmó la deportista en una entrevista que ayer publicó el diario "Le Parisien". Varios medios locales indicaron que Manaudou, que vive desde hace meses en Marsella con el nadador Fréderick Bousquet, está embarazada.
El anuncio se produce meses después de que Manaudou asegurara que no competiría en 2009 para tratar de recuperar la ambición, tras el fracaso de los Juegos de Beijing, en los que tuvo una actuación desastrosa pese a ser una de las favoritas. Campeona olímpica de 400 libre en 2004, triple campeona mundial (de 400 en 2005 y 2007 y de 200 en 2005), 17 veces campeona de Europa y 55 del Estado francés, Manaudou ha sido una de las más admiradas, hasta que hace unos meses comenzó una carrera descendente.
De origen griego, saltó a la escena pública con 17 años, cuando logró el oro en los Juegos de Atenas, una medalla respaldada por otras dos preseas de plata (800 libre) y bronce (100 espalda). Era el inicio de la carrera prometedora en unos años en los que las piscinas no dejan de escupir récords del mundo.
Hasta tres consecutivos llegó a tener Manaudou, que se convirtió en la estrella del deporte galo, tanto por sus victorias en el agua como por su comportamiento frente al público, convertida en una vedette de televisión y de revistas que se rifaban su escultural imagen.
Durante tres años reinó en la natación mundial, pero los problemas para compaginar el deporte con la fama comenzaron a pasarle factura.
Las tres medallas de los Mundiales de Melbourne marcaron el cenit de su carrera en 2007, año en el que fue designada como deportista preferida de sus compatriotas. Pero ese año decidió separarse de su entrenador Philippe Lucas y se marchó con su novio, el italiano Luca Marin, a Turín, donde su carrera entró en una trayectoria descendente.
Manaudou reconoció en "Le Parisien" que fue en ese momento cuando perdió la ambición. Su nombre aparece más en las revistas del corazón que en las páginas de deportes y no logra encontrar la tranquilidad necesaria para entrenar. Unas fotos de ella de alto contenido erótico, que circularon por la red justo después de su ruptura amorosa con Marin, marcaron su descenso a los infiernos.
En ese ambiente, Manaudou preparó mal los últimos Juegos, donde se estrelló. Fue última de la final de los 400 metros libre, su prueba favorita, y penúltima en los 100 espalda. «Me pregunto si merece la pena seguir», dejó caer en el Cubo del Agua. Meses después anunciaba un paréntesis en su carrera que ahora parece definitivo.
«Tengo todos los títulos. He logrado todo lo que quería, incluso más que en mis sueños», afirmó la nadadora, que asegura tener «otros centros de interés, otras pasiones».