Jorge Galán protagonizó ayer algo que para sí quisieran jugadores de talla internacional. Lo que hizo el canterano podría ser calificado de histórico, pues es más que probable que en los anales de la Liga española no conste la circunstancia de que un debutante en la máxima categoría transforme en gol el primer balón que toca.

La diana, que no se le olvidará al hasta hace poco futbolista juvenil, fue ejemplo de lo que se espera de este aficionado a la caza. Picardía para aprovechar el fallo del contrario, habilidad en el momento decisivo, rapidez dentro del área... cualidades todas que le auguran un futuro prometedor y minutos para ir forjándose como jugador esencial en la historia rojilla más inmediata.

Y de paso, su astucia sirvió para que Osasuna sumara su primera victoria de la temporada, muy necesaria para ahuyentar viejos fantasmas y encarar con contenido optimismo el duelo del próximo domingo contra el Sporting. Los de Camacho sacaron partido de sendos fallos defensivos del Valladolid en un envite en el que en su mayor parte navegaron por las sombras de la indefinición en su juego.

De hecho, la empanada les duró a los rojillos hasta el minuto 24 cuando el enésimo balón aéreo pudo dirigirlo con acierto la cabeza de Aranda para colocarlo en el lugar adecuado a un Pandiani que venía en carrera y lo enganchó con toda su alma. Jacobo puso el resto. Sus manos se doblaron con inusitada facilidad para dejar que el esférico besara las mallas albivioletas.

No es la primera vez que el cancerbero vallisoletano hace de olentzero para los intereses rojillos. Sin ir más lejos, Jacobo y Pandiani fueron los mismos protagonistas del lance decisivo en el que Osasuna eliminó el año pasado al Getafe en la competición copera. Entonces, el meta castellano convirtió un pretendido despeje en un pase preciso al uruguayo, que no perdonó.

Por si fuera poco, el choque se ponía todavía más franco para los intereses navarros al cuarto de hora de que el atacante charrúa sumara su tercer tanto liguero. Luis Prieto vio la roja por agarrar a Aranda cuando se iba derecho hacia la portería pucelana, tras zafarse de varios contrarios, en uno de los pocos lances en los que se pudo confir- mar la calidad del malagueño.

Empate pucelano con fortuna

Con 0-1 y un jugador más cabía esperar que la escuadra encarnada se hiciera con el mando de la nave. Nada más lejos de la realidad. Para empezar, un mazazo. El técnico local, José Luis Mendilibar cambió cromos en el descanso -acertó dando entrada a un peligroso Diego Costa- y arriesgó manteniendo una defensa con tres hombres.

El brasileño cedido por el Atlético de Madrid dio muestras de su potencial cuando apenas iniciada la segunda parte se marchó de Miguel Flaño dentro del área y, ayudado de la fortuna, anotó el empate, tras enviar un centro chut que golpeó en el cuerpo de Josetxo lo suficiente como para despistar a Ricardo y enviar el cuero a las redes. Un jarro de agua fría y vuelta a temerse lo peor.

Pero Osasuna no está como para desaprovechar coyunturas tan favorables y puso toda la carne en el asador para llevarse los tres puntos. A raíz de encajar el gol, los rojillos se estiraron y se hicieron con el control, remando a favor de corriente gracias a su superioridad numérica y frenando como podían las rápidas salidas a la contra de Sisi y Diego Costa.

Aranda perdonó incomprensiblemente el 1-2 cuando dispuso de una inmejorable oportunidad para anotar de cabeza. Mientras tanto, el encuentro se iba convirtiendo en un auténtico carrusel de amonestaciones, todas ellas correctamente señalizadas por Paradas Romero, tanto para un bando como el otro, aunque con los anfitriones bastante más acelerados por las circunstancias del choque.

Éste se fue atascando a medida que transcurrían los minutos, con un Valladolid bien posicionado en el apartado defen- sivo y un Osasuna al que se le iban acabando las ideas por momentos. La dinámica se inclinaba hacia un acoso foráneo deslabazado y una resistencia nu- mantina castellana, con un más que probable resultado final de empate. Y en estas saltó al campo Jorge Galán...