El periódico mexicano cumple veinticinco años
«Hemos abierto un espacio a todas las voces de la sociedad»
La periodista Carmen Lira es fundadora de «La Jornada» y su directora desde 1996. En su dilatada trayectoria profesional ha cubierto, además de la actualidad política de su país, los conflictos que asolaron Centroamérica en los ochenta y ha sido corresponsal en Estados Unidos y China.
¿“La Jornada” ha tenido que soportar presiones de algún tipo durante estos años?
Nuestra publicación ha sido objeto de toda clase de presiones, la mayor parte provenientes del Gobierno federal y de algunos gobiernos estatales.
¿Cuáles son las mayores dificultades que han tenido que superar?
La dificultad de índole económica, pues con frecuencia nos hemos visto privados de los anuncios del Gobierno federal. Cabe advertir que la ley marca muy claramente la obligación que tiene el gobierno en materia de publicidad con la prensa escrita. En especial con los diarios que sí circulan o que llegan a un público o a un sector muy específico de la sociedad.
¿De qué logros o éxitos se siente más satisfecha?
De haber mantenido, a toda costa, la independencia de nuestro periódico y de haberlo convertido en un punto de referencia para el pensamiento crítico y en una casa abierta a las luchas y reivindicaciones de las clases populares.
¿Cuáles son las claves para haber llegado hasta aquí como un periódico de referencia cultural y política?
En el aspecto político hemos mantenido nuestra posición crítica y estamos abiertos a los que deseen manifestar sus discrepancias con los puntos de vista del periódico, sus redactores, reporteros y columnistas. Una de las claves es haber involucrado a un público enorme en este proyecto. Eso lo fortalece.
Desde su fundación, “La Jornada” ha contado con la implicación de sectores profesionales, artísticos, académicos, populares… ¿A qué responde esta implicación y de qué manera es posible mantenerla y alimentarla?
Nuestro periódico ha privilegiado la información sobre la vida cultural y artística del país. La satisfacción más grande es la de haber abierto un espacio a todas las voces de la sociedad, sobre todo a la de los sectores más aislados y oprimidos que nunca tuvieron una forma o un canal para expresarse. Estos sectores han encontrado en las páginas de nuestro periódico el lugar más adecuado para expresar, sin trabas de ninguna especie, su pensamiento. Esta actitud nos acerca, además de a los sectores populares, a los sectores intelectuales y artísticos del país con cuyo apoyo contamos.
¿Cuáles son sus retos para el futuro inmediato?
Ampliar nuestra cobertura nacional a través de “las jornadas” que funcionan en varios estados de la República y que abarcan varias regiones. Por otra parte, sabemos que para mantener nuestra independencia debemos ser fieles a una línea y a una posición que provoca el disgusto del sector estatal y de algunos grupos empresariales.
No sólo aspiramos a sobrevivir sino que queremos crear una red de diarios que garanticen la continuidad de nuestra línea democrática y crítica. También sacar a la luz la información de estados y localidades del país, de la región latinoamericana y del mundo, así como fortalecer y ampliar nuestro sitio en internet creando una red continental que incluiría sitios de América Latina, El Caribe y Estados Unidos. F. M.