Burguete (CDN) cree que Sanz busca la «excusa» para echarlos del gobierno
Miguel Sanz, presidente del Gobierno navarro, insistió ayer en que concede «una semana» a CDN para que revoque su posición a favor de una leve modificación de la Ley del Vascuence. Aunque los convergentes rectifiquen, como parece probable, Sanz adelanta además que tiene más motivos de disconformidad. Así las cosas, José Andrés Burguete, presidente de CDN, concluye que se está buscando «una excusa» para sacarlos del Gobierno navarro.GARA |
Una semana. Aunque la tramitación de la reforma de la Ley del Vascuence puesta en marcha anteayer por el Parlamento navarro será mucho más larga, éste es el plazo dado por Miguel Sanz a CDN para que aclare que no la va a apoyar. En caso de que no haya una rectificación -CDN pasó el jueves del sí a la abstención, pero Sanz le exige un no-, el presidente cesaría a los dos consejeros de este partido: Carlos Pérez-Nievas, de Educación, y Carlos Esparza, de Vivienda. La amenaza es tan directa que Sanz se ha jactado incluso de tener redactados los decretos.
Un día después de que estallara la polémica, Sanz argumentó ayer que el pacto de gobierno dice que los dos socios «no pueden aceptar ningún planteamiento tendente a modificar la Ley del Vascuence». Pero el presidente fue más allá, ya que dejó caer que tiene más motivos de disconformidad con CDN, por lo que la continuidad del Gobierno no está asegurada ni aunque los convergentes cumplan sus exigencias. Sí lo está la estabilidad del Ejecutivo, toda vez que el PSN respaldará los presupuestos para 2010.
En consecuencia, el presidente de CDN, José Andrés Burguete, mostró su temor de que «el órdago» de Sanz sea en realidad «una excusa» para sacar a su partido del Gobierno. Burguete niega la mayor, es decir, rechaza que apoyar esta levísima modificación de la Ley del Vascuence suponga un incumplimiento del acuerdo bilateral.
«Que lo diga claro»
Burguete esgrimió que si realmente hay una discrepancia lo que procede es reunir a la comisión de seguimiento del pacto, pero no «poner un órdago encima de la mesa de estas características y dimensiones».
Explicó además que «CDN no es UPN, formamos un gobierno de coalición con posiciones diferentes en algunas materias y se tiene que ser capaz de aceptarlo sin radicalidad ni órdagos, aunque nosotros no demos la mayoría», añadió en alusión al respaldo del PSN al Gobierno Sanz.
Por todo ello, Burguete reclamó a Sanz que hable claro y diga cuál es su objetivo real.
Otras formaciones parlamentarias remarcaron también su sorpresa por este caso y culparon a UPN. El secretario general de PSN, Roberto Jiménez, reclamó que «esta crisis se cierre de inmediato» y mostró sus sospechas de que no se trate de una ruptura entre UPN y CDN sino más bien de lo contrario, «un acercamiento para acabar en una misma casa».
Desde Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta apuntó que en el fondo «hay un gobierno agotado, desequilibrado y sin ideas», y destacó la fobia de Miguel Sanz hacia el euskara. Jon Erro, de IUN, habló igualmente de política de «acoso y derribo» a esta lengua por parte de UPN.