El recorte de plantillas descapitaliza a las empresas ante la crisis
La consultora Pricewatterhouse Coopers destaca en un informe sobre la influencia de la crisis en el mercado laboral que la congelación de salarios y los despidos «están erosionando» la confianza entre empleados y dirección, y llega a la conclusión de que «ignorar el talento en el recorte de personal descapitaliza las empresas para salir de la crisis».
Juanjo BASTERRA
En un año, Hego Euskal Herria cuenta con un 48,36% más de personas inscritas en las listas del paro, hasta sumar 157.709 desempleados y siendo más de 72.000 los trabajadores se encuentran con expedientes de regulación de empleo. Son las salidas más fáciles que los empresarios están dando a la crisis económica. La elevada temporalidad y la connivencia que obtienen desde la Autoridad Laboral para aplicar un expediente de regulación están desdibujando el mercado laboral vasco y lo enfrentan claramente a un futuro más incierto en el que la precariedad tendrá más relevancia que en este momento actual y los salarios se reducirán con el pretexto de la crisis. Son pasos necesarios para que los bolsillos de la patronal no se resientan.
Estos son los objetivos que se han fijado y que, con casi toda seguridad, saldrán adelante una vez que pase el sobresalto e impacto más duro de la crisis, aunque queda todavía, al menos, un año para que se estabilice el mercado de trabajo. Sin embargo, la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), en su tercer informe de la serie «cómo influye la crisis en el mercado laboral», expone unas conclusiones que deberían de servir a los empresarios para valorar el alcance de sus decisiones.
Asegura la consultora que «la congelación de los salarios y los recortes de plantilla están erosionando la confianza entre empleados y empleadores» y afirma que en el futuro «las empresas competirán por un talento más exigente», ya que entiende que «ignorar el talento en el recorte de personal descapitaliza la empresa para salir de la crisis». Joan Dura, socio responsable de la consultoría de Recursos Humanos en PwC, explica que «la recesión económica ha incrementado la prudencia de muchas empresas, llevándoles a optar por una estrategia cortoplacista de ahorro de costes, con un claro reflejo en las áreas de recursos humanos y en la reducción de la inversión en el talento».
El talento genera innovación. Ese es un mecanismo esencial en la vida de una empresa, pero PwC confirma que «si reducir costes de personal genera ahorros a corto plazo, puede poner en peligro la capacidad de la empresa para competir cuando llegue la recuperación». Dura afirma, asimismo, que aunque el impacto de esas decisiones se verán a largo plazo, «los ganadores y perdedores de esta batalla empiezan a vislumbrar cómo va a ser el futuro. Quienes siguen ofreciendo a sus empleados nuevas oportunidades e invierten en el desarrollo de su gente disponen de una ventaja competitiva».
PricewatersCoopers ha desarrollado un método que divide a las empresas. En el «mundo verde», incluye a empresas con fuerte conciencia social en el negocio sostenible; el «mundo naranja» se fija en unas empresas que trabajarán basándose en la innovación, que se apoyan en una amplia red de proveedores. Y las del «mundo azul» son empresas que «representan el capitalismo y las preferencias individuales».
En cualquier caso, la conclusión a la que llega es que «en cualquiera de esos tres mundos ficticios, que coexistirán en el futuro, la importancia de la gestión del talento y del trabajo en equipo serán esenciales en un contexto caracterizado por empleados más exigentes y un mundo global competitivo».
Un poco más de un tercio de los parados vascos (37,75%) tienen un perfil de «altamente ocupados», lo que supone en torno a las 60.000 personas, pero otros 42.000 se encuentran en los niveles más bajos de lograr un empleo a medio plazo. Son el 26,6% de los parados, según un estudio de AGETT y el Centro de Predicción Económicas (Ceprede) de la Universidad Autónoma de Madrid.
Como explica el informe, quienes tienen un alto grado de ocupabilidad «no encuentran un trabajo» debido a la fuerte destrucción de puestos en las empresas. Pero, además recuerda que una de cada dos mujeres tiene un nivel de ocupabilidad muy bajo, lo que las sitúa en una posición difícil ante el futuro próximo. Los parados mayores de 45 años, por otro lado, «son el colectivo con menos probabilidades de encontrar un empleo. J. BASTERRA