El G-20 entierra al G-8 como árbitro económico mundial
Los planes de estímulo se mantienen hasta ver «una recuperación sólida»
La sustitución de forma oficial del G-8 como foro de los países más ricos del planeta que toman las decisiones sobre la economía mundial por un grupo ampliado a una veintena de miembros, con la incorporación de los denominados «emergentes», fue el hecho más destacado de la cumbre de de Pittsburgh, en la que se evitó imponer límites a las primas millonarias de los banqueros y se acordó mantener los planes de estímulo para reactivar la economía.
GARA | PITTSBURGH
El G20 concluyó en Pittsburgh su tercera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno con el compromiso de impulsar reformas que permitan «poner las bases para un crecimiento vigoroso, sostenido y equilibrado para el siglo XXI», según la declaración final adoptada por los mandatarios.
Para desarrollar esta tarea, el G20 se constituirá en el «principal foro de cooperación económica a nivel internacional», lo que pone punto final a tres décadas en las que el grupo de los ocho (EEUU, Japón, Alemania, Estado francés, Gran Bretaña, Canadá, Italia y Rusia), han desempeñado en exclusiva este papel.
El grupo de países del G-20, reunido en Pittsburgh, decidió convertirse en el arbitro que dirija la economía internacional, integrado, además de por los miembros del G-8, por Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia.
Acabar con los excesos
Los líderes del G-20 se comprometieron a acabar con los «excesos» en el sector bancario, ante la constancia de que su «temeridad y ausencia de responsabilidad» condujeron a la crisis. La declaración adoptada ataca los altos bonos de los directivos bancarios que, según recomiendan, deben ser fijados por objetivos a largo plazo y vinculados al rendimiento de la entidad.
No obstante, Estados Unidos logró evitar imponer limites a estas primas millonarias, como defendía el Estado francés, con la oposición de Estados Unidos. Otro de los mensajes de la cumbre fue que «hay que evitar la retirada prematura de los planes de estímulo» que han puesto en marcha los países para incentivar la reactivación económica, aunque se comprometen a comenzar a preparar una «estrategia de salida» cuando sea oportuno.
«Nos comprometemos hoy a mantener nuestra vigorosa respuesta hasta que esté asegurada una recuperación duradera», apunta el comunicado, en un mensaje que tranquiliza a los mercados ante la constancia de que no se va a retirar precipitadamente la inyección de recursos públicos. En su reunión, el G-20 constató que la economía mundial ha comenzado a dar signos de recuperación, pero insiste en que estos logros «no debieran conducir a la complacencia», y que hay mucho que hacer todavía para lograr que el planeta disfrute de un crecimiento sostenible y equilibrado.
En su declaración, el grupo da algunos bosquejos de la ruta que debe seguir la economía mundial para generar, según dice, un «crecimiento global, vigoroso, sostenible y equilibrado», pero elude las concreciones. El Fondo Monetario Internacional (FMI) le ayudará a vigilar cómo los países ponen en marcha sus reformas.
Entre sus propuestas, recomienda que las entidades financieras se recapitalicen, para ser más solventes, y que los países adopten medidas anticíclicas que eviten las subidas y caídas bruscas de los precios.
También aconseja dotarse de políticas macroeconómicas que fomenten la estabilidad. El texto final no menciona siquiera al G-8 y tampoco aclara si el formato de veinte es inmutable. Varios altos responsables de lo países miembros,creen que el G-8 «seguirá siendo útil en el terreno de la seguridad internacional».
Así Japón no se resigna a dar carpetazo a un foro donde contaba con una relevancia de la que carecía en otros ámbitos.
«Hay que ensayar otros formatos. No sólo hay veinte países y veinte economías en el mundo», reconoció el presidente ruso Dmitri Medvedev. Varios países reclaman ser parte de este club de gobierno mundial, como Holanda o el Estado español. Mientras tanto, desde los países más pobres del planeta se observa cómo siguen excluidos de la dirección de la economía mundial.
La cumbre de las 20 principales economías del mundo se puso de acuerdo ayer en transferir «al menos un 5%» de los derechos de voto en el seno del Fondo Monetario Internacional (FMI) a los que considere «países emergentes y en desarrollo dinámicos», según confirmó el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien precisó que queda pendiente negociar el reparto exacto de cuotas. Según se prevé, los estados europeos serán los más afectados por la pérdida de sus cuotas, en beneficio de países como China, Turquía o Corea del Sur. Según la delegación francesa, serán Bélgica, Holanda, Gran Bretaña, Arabia Saudí, Irán, Rusia y Argentina los que más sufran mayores recortes en sus votos en el Fondo. en el Banco Mundial los emergentes contarán con un 3% más de cuotas.
Además, el G20 apelará a los 186 países miembros del Fondo para que ratifiquen la reforma decidida en 2008, que quedó en papel mojado a falta de que la suscribiera un número suficiente de países. «Esta decisión histórica y la constitución del G20 como el foro central pondrán las bases para una cooperación profunda en la economía internacional, señaló Strauss-Kahn.GARA
El acuerdo supone que se mantendrán las medidas de estímulo a la economía que los Estados han puesto en marcha para frenar la crisis económica hasta que constaten que «la recuperación es sólida».
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que se habían adoptado «duras» regulaciones financieras para impedir que una crisis como la actual pueda volver a repetirse y que «los que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidades».
El G-20, como nuevo árbitro de la economía mundial, convocó sus próximas reuniones de 2010 en junio en Canadá y noviembre en Corea del Sur. En 2011 la reunión se celebrarán en el Estado francés.
Al menos seis marchas se integraron la «Marcha del Pueblo» en contra la cumbre del G-20, convocados por el Comité contra la guerra Thomas Merton, bajo el lema, «Dinero para las necesidades humanas, no para la guerra». La Convergencia del Clima Tres Ríos, Veteranos de Irak contra la guerra, Coalición de Mujeres, Meditación por la Paz y Estudiantes por la Justicia en Palestina iniciaron la movilización a mediodía bajo la vigilancia de los miles de policías que ocupan la ciudad. Formaron un desfile colorido, donde se mezclaron monjes birmanos, pacifistas vestidos de rosa o ecologistas con cascos verdes, que portaban pancartas con lemas como «El capitalismo no funciona» o «Salvad el clima». Más de 8.000 personas, según Indymedia Portland, se congregaron en la mayor manifestación en Pittsburgh desde los años 70, mientras los comercios de lujo limpiaban lo que dejó la noche de incidentes. Durante la noche también se produjo un ataque policial en la Universidad con gases lacrimógenos. Hasta ayer se había producido 80 detenciones, 66 de ellas el jueves. Al contario que en la manifestación del jueves, las autoridades permitieron la de ayer.
Manifestantes y Policía rivalizan con microcámaras y en las redes sociales como Twitter, donde se suceden mensajes como «Alerta. La Policía ataca a estudiantes en la Universidad de Pittsburgh» o «Alerta. Todas las papeleras del barrio de Oakland han sido retiradas». Minuto a minuto relatan el transcurso de la manifestación, así como los movimientos de la Policía y el uso de armas sonoras o gases lacrimógenos. Durante la marcha reprimida el jueves, por ejemplo, se podía leer:
«La policía está usando armas de sonido, gas lacrimógeno y pimienta. Se rompieron ventanas y hay detenciones».
«La policía antidisturbios va hacia la salida Smallman».
«Unos pocos cientos de vuelta en las calles, ningún policía en el sitio».
«Los manifestantes, en su mayoría dispersos, vagando por las calles»
«Los manifestantes se reagrupan en Mintwood y calle 38.»
«Policías atacan con gases lacrimógenos la marcha pacífica cerca de Penn & 35».
Cientos de fotos y vídeos filmados desde teléfonos móviles inundan los sitios de los medios de comunicación ofreciendo con una cobertura en directo de los movimientos.
Por su parte, la Policía también utilizó la red y los blogs, pero no para comunicarse. «Usamos Twitter como una herramienta de vigilancia, no para dialogar con los manifestantes», explicó el teniente de los guardacostas Sue Kerver. «Vigilando y observando lo que pasa sobre el terreno, podemos comparar informaciones y anticipar lo que va a pasar a nuestros efectivos», añadió. GARA