El presidente venezolano, Hugo Chávez, y el dirigente de Libia, Muamar Gadafi, mostraron ayer su buena sintonía política y reclamaron reformas en el seno de Naciones Unidas y la celebración de una cumbre internacional que sirva para «determinar el concepto de terrorismo». En una declaración conjunta, rechazaron el intento de vincularlo con «la legítima lucha de los pueblos por la libertad y la autodeterminación».

Además de firmar varios acuerdos en materia energética, Chávez y Gadafi aprovecharon la II Cumbre América del Sur-África en Margarita, que reunió a más de 60 países, para estrechar posturas. Ambos criticaron el derecho a veto de ciertos países en el Consejo de Seguridad y pidieron un cambio profundo del sistema actual. «Nunca vamos a aceptarlo, al igual que los asientos permanentes. Les hemos dicho que el mundo ha cambiado (...) O somos iguales en la ONU o no queremos estar», exclamó el líder libio. En su intervención ante la Asamblea General hace una semana tiró al suelo la carta fundacional de la ONU en señal de protesta.

«¿Cómo Gran Bretaña, que es tan pequeño, puede tener derecho al veto e India que es más grande no puede tenerlo?. ¿Quién les dio a esos países el derecho de callarnos?», se preguntó en declaraciones recogidas por la Agencia Bolivariana de Noticias.

Destacó que «el único interés de esos países poderosos es seguir pisoteando a los más débiles para apoderarse de sus recursos, construir bases militares en diferentes regiones, sabotear elecciones y hasta matar a luchadores por la liberación».

Por ello, ambos instaron a «frenar la hegemonía del Consejo de Seguridad».

Aclamado por el público, se mostró dispuesto a combatir en la misma «trinchera que Venezuela. Tenemos el mismo destino, es nuestra lucha también (...) Y vamos a vencer», subrayó.

Por su parte, Chávez incidió en que «hoy más que ayer, mañana más que hoy» tanto él como Gadafi seguirán trabajando «para acabar con el imperialismo», personificado en la figura de EEUU. «Tengamos todos la conciencia de que aquí estamos escribiendo páginas de una nueva historia, enfrentando el imperialismo, la burguesía, el atraso y el colonialismo», añadió. El presidente venezolano agradeció a Gadafi su visita, la primera, condecorándole con la máxima insignia que concede el Estado venezolano: la orden Libertador. Además, le regaló una réplica de la espada del héroe de la independencia Simón Bolívar. «Esta espada está viva y hoy anda por América Latina en nombre de nuestro pueblo, de la revolución bolivariana, la entrego a ti, soldado revolucionario, líder del pueblo libio, líder de los pueblos del África», le dijo el mandatario de Venezuela.

Gadafi le obsequió con la vestimenta típica de los guerreros libios, una armadura para jinete y caballo de batalla hechas de plata. «Todo hecho a mano en su honor», señaló.

Tras el acto de unas dos horas, ambos abandonaron el recinto entre aplausos.