Es conocido el episodio del fin de semana pasado, cuando «Berria» publicó un escrito de la izquierda abertzale y lo atribuyó a ETA. Lo ha explicado el propio rotativo. Luego GARA publicó el correspondiente a la organización armada y a Rodolfo Ares le faltó tiempo para empezar a intoxicar. Más de uno ha caído en ese juego.

Sin ir más lejos, «Noticias de Gipuzkoa» editorializaba ayer con una pieza digna de la antología de la confusión: «Lo que en este incipiente otoño ha ocurrido, y de lo que hablan los medios, es de la insólita aparición de sendos comunicados de ETA en torno al Gudari Eguna, uno el pasado sábado y otro el pasado domingo. Comunicados diferentes en medios de comunicación diferentes. Y ello complicado con la circunstancia desconcertante de que el medio que publicó el primer comunicado, el periódico Berria, desmentía al día siguiente la autoría de ETA respecto al comunicado publicado como tal, y lo atribuía genéricamente a la izquierda abertzale quizá sin tener en cuenta que el texto publicado el sábado finalizaba con las soflamas de rigor Gora eusko gudariak! Gora Euskal Herria askatuta eta sozialista! Gora Euskadi Ta Askatasuna!, expresiones que de ninguna manera utilizaría hoy día la izquierda abertzale». Lo que está claro, a la lectura del papel, es que el primer documento no era de ETA. Lo ha reconocido «Berria», pero al editorialista de «Noticias de Gipuzkoa» la realidad no le interesa en demasía.

Pero lo mejor es el esfuerzo por mantener un equilibrio imposible: «Este desbarajuste de comunicados y rectificaciones ha sido aprovechado mediáticamente para atribuirlo a la crisis interna galopante de ETA, razonamiento aparentemente lógico pero que dada la dinámica histórica de la organización armada podría explicarse también como consecuencia de la extrema clandestinidad y las penosas condiciones que atraviesan sus líneas de comunicación. No habría que descartar tampoco la posible decisión de ETA de centralizar sus mensajes en un solo medio para evitar cualquier riesgo de contaminación, dadas las actuales circunstancias de acoso judicial. En cualquier caso, no es creíble que uno de los comunicados no fuera de ETA». Pues ésa es la realidad, aunque al editorialista no le guste. Que pregunte en «Berria».