PÁGINA /12 Fito Páez 2009/10/8
Pachamama
El legado de Mercedes Sosa es de vital importancia en estas horas de Argentina, una enseñanza moral plena de luz. Con sutileza y precisión desarrolló una obra que marcará por siempre la historia de la música popular de este continente. Su voluntad de libertad fue expuesta en cada recodo del largo camino que forjó a través de muchas décadas en diferentes álbumes y escenarios del mundo. De Matus a Violeta Parra, de Ramírez a Atahualpa Yupanqui, de Teresa Parodi a Djavan, de Peteco Carabajal a Spinetta, de Félix Luna a Charly García, toda ella fue, es, una clase de lo que debiera ser una nación.
(...) La fiereza en la elección de sus repertorios, los riesgos artísticos que asume, el rigor a la hora del canto y la claridad de su voz de terciopelo, la ausencia de miedos a las mercadotecnias, su seguridad temeraria al momento de la grabación, sus ojos cerrados cuando interpretaba y su boca de oro por delante de su bellísimo pelo negro bajo esa nariz de águila, ésa es su estampa. (...)
Ha muerto la señora Mercedes Sosa. La Pachamama le decían. Era una gran verdad, porque protegía y proveía. Madre tierra y deidad. Su mirada, su presencia, nos condena al encuentro y este es un inmenso desafío en ésta, la hora más difícil de nuestra tremenda pérdida. Parecen palabras grandes y lo son, pero más grande será construir un lugar tomándola de ejemplo. Ladrillo a ladrillo y todos los días con amor se construye una casa. Ese es su legado. Jamás aceptaré que el lugar de su velatorio se llame el de los pasos perdidos. En todo caso será el de los pasos ganados.