Atuneros vascos comienzan a navegar con seguridad privada
Varios atuneros vascos comenzaron ayer a navegar con el apoyo de seguridad privada en el Océano Índico para evitar ataques. Se trata de barcos que navegan bajo el pabellón de las Islas Seychelles. Mientras tanto, la situación del atunero «Alakrana», apresado hace nueve días, sigue pendiente de las negociaciones que parecen estancarse tras la detención de dos supuestos piratas.
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Algunos atuneros vascos, que navegan bajo pabellón de las Islas Seychelles, empezaron a faenar ayer con el apoyo de seguridad privada para evitar ataques de los piratas somalíes. Uno de esos buques es el «Demiku», que pertenece a la empresa Echebastar, que también es la propietaria del «Alakrana», el atunero de Bermeo que se encuentra secuestrado por los piratas. En declaraciones a Radio Euskadi, el propio patrón de este buque confirmó que ayer mismo iba a embarcar la seguridad privada y que la intención era salir posteriormente a faenar. Asimismo, indicó que se había producido otro ataque, en este caso a un barco francés cerca de las islas Seychelles.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, afirmó ayer que están haciendo «todos los esfuerzos» para que se pueda resolver «lo más rápidamente posible» la situación del pesquero Alakrana.
Moratinos explicó que «la embajada está trabajando, están buscando solución», y que está en contacto con las autoridades somalíes. Añadió que no sabe «cuando llegarán los piratas detenidos a España porque depende del procedimiento judicial».
Garantías de seguridad
El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, aseguró que la presencia de militares a bordo de los barcos que faenan en aguas del Océano Índico no es una medida «suficientemente disuasoria» porque «no hay seguridad total».
Méndez se refirió así a las manifestaciones del portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, en las que afirmó que la operación «`» «no garantiza ni de lejos» la seguridad de los barcos y es necesario poner en marcha una «medida complementaria» como ha hecho el Gobierno francés con el embarque de marines de infantería.
Méndez recordó que hace tan solo unos días un buque militar francés fue asaltado y ayer un pesquero galo repelió otro ataque, acciones que, en su opinión, demuestran que la presencia de militares no disuade a los piratas.
El secretario de Estado indicó el Ejecutivo tiene previsto convocar nuevamente el grupo de trabajo con representantes de armadores y del sector pesquero para establecer nuevas medidas de autoprotección que se deben implantar en la zona y a bordo.
En punto muerto
Según la ONG Ecoterra, las negociaciones para la liberación del «Alakrana», llevadas desde Nairobi con gran discreción por parte de las autoridades españolas, «están en punto muerto desde la detención de dos piratas», que fueron capturados por un barco de guerra español, según Julian Bauer, portavoz de Ecoterra.
El Gobierno español aseguró que está buscando una solución para que la situación se resuelva lo más rápidamente posible. La detención de dos supuestos piratas está retrasando las negociaciones.
Sobre el debate acerca de la protección militar, la ONG Ecoterra opinó que «la respuesta armada sólo puede empeorar la situación de la piratería. A menos que alguien pueda demostrar que está siendo atacado, no tiene sentido. Lo que ha hecho el atunero francés sería una declaración de guerra en otros tiempos».
Militares franceses a bordo de barcos atuneros galos abrieron fuego ayer contra supuestos piratas somalíes por primera vez desde que París autorizó su presencia, según un portavoz oficial francés, aunque la ONG Ecoterra aseguró que los soldados dispararon sin ser previamente atacados y no podía confirmar que se hubiese tratado de una operación pirata. El suceso ocurrió a más de mil kilómetros de las costas de Somalia, según el almirante Christophe Prazuck, portavoz del Estado Mayor, quien dijo que no hubo víctimas entre los militares ni los pescadores y que desconocía si las hubo entre los piratas. Según su relato, los atuneros, «Glénan» y «Drennec» navegaban juntos y al acercarse dos embarcaciones que juzgaron como piratas los militares lanzaron primero bengalas y luego dispararon delante de la embarcación, pero los supuestos piratas, «regresaron y dispararon contra los atuneros», por lo que los militares dispararon a su vez contra las embarcaciones. «En ese momento dejaron de atacar y se marcharon», agregó.
Por su parte, Julian Bauer, portavoz de Ecoterra, aseguró que, según sus fuentes, los militares custodiaban un atunero francés, no dos, y que «dispararon sin ser previamente atacados». «Por lo que sabemos, ningún miembro del barco somalí resultó herido», agregó el portavoz de la ONG, con sede en Nairobi y que apoya la lucha contra la piratería, la pesca ilegal y los vertidos tóxicos en la costa oriental de África. No está claro si la embarcación somalí se encontraba o no en aguas internacionales, dijo Bauer, quien explicó que si se encontraban fuera de aguas de Las Seychelles, «los somalíes también tendrían derecho a pescar».
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