La Real busca ante el Salamanca la tercera victoria consecutiva que confirme la línea ascendente que condujo al gran partido de Soria, que ha despertado en la afición una ilusión más firme que la que se desató en el verano. El triunfo permitiría acceder al liderato tras empatar ayer el Hércules en Las Palmas. Porque los puntos valen más que ser primero o segundo a estas alturas, pero es preferible ver el paisaje desde la cima de una montaña que desde su base.

Los aficionados acudirán hoy a Anoeta con la ilusión de ver a la Real que tanto agradó en Soria, pero no será fácil que se viva lo mismo. Sobre todo porque la baja de Elustondo es importante, más si el elegido para sustituirle es Rivas. La estadística de resultados del equipo en Anoeta con él o sin él es demoledora y no es fruto de la casualidad.

Lillo dijo una vez que «dime quién es tu medio centro y te diré quién eres». Tener un futbolista como Rivas en un césped de las dimensiones y calidad de Anoeta es un problema y sería aconsejable que juegue Markel. Aunque el elgoibartarra a veces peca de imprecisión lo hace por pasar rápido el balón y jugarlo a un ritmo más alto, que es algo preferible al juego de Rivas, que es bueno para jugar fuera en campos peores y más pequeños o para defender resultados, pero malo para llevar la iniciativa.

La duda sobre el medio centro y la de la defensa entre Sarasola y Labaka son las únicas que quedan tras un entrenamiento de ayer que no deparó más novedad que la presencia de Zubikarai, lo suficientemente recuperado para entrar en la lista de convocados junto a Nsue.

El Salamanca de Oliva

Al Salamanca le gusta tener el balón y no ha perdido fuera esta Liga, ha sumado un triunfo y dos empates, y viene de ganar sus dos últimos partidos, al Nástic (1-0) y el miércoles al Cartagena (2-0). La pena es que el partido no se haya jugado en sábado para que los salmantinos acusaran más el desgaste porque Juan Carlos Oliva alineó en la Copa a muchos titulares.

El aragonés llega a Anoeta casi dos años después de quedar a un paso de venir a la Real. Pako Aiestaran lo eligió para sustituir a Coleman y rescindió su contrato con el Villarreal B, pero se quedó en el paro porque Badiola no quiso que lo compararan con Piterman, que le dio la opción de entrenar en Primera al Alavés. Lo calificó como «un naif al que si entra en el vestuario le violan cuatro veces los jugadores». El pasado año estuvo de segundo en el Recre y esta temporada se estrena en un Salamanca que presenta a cinco vascos en su plantilla, todos formados en la cantera de Lezama.