Más importante es el número de canteranos en la plantilla
Joseba ITURRIA
Durante toda la semana se ha hablado de la posibilidad de que la Real presentara hoy un once formado por jugadores de Zubieta, posibilidad que parecía casi segura si no se llega a lesionar Elustondo. Es digno de elogio que un equipo pueda competir como lo hizo en Soria con diez canteranos de salida y dos más durante el partido. Máxime cuando nadie puede decir que alguno juegue por ser de la casa. Más bien todo lo contrario. Pese a una pretemporada mejor, Griezmann tuvo que esperar a que a Lasarte se le acabara la paciencia con Johnatan. Pocos quitarían ahora del once a los canteranos que jugaron en Soria.
A la hora de hacer un once no se debe diferenciar entre jugadores de casa y extranjeros. Todos deben ser iguales a los ojos del entrenador y jugar los que mejor nivel den en cada momento, porque si hay diferencias se desestabilizaría una plantilla.
La diferenciación clara entre jugadores de casa y extranjeros debe darse a la hora de confeccionar una plantilla, donde, por filosofía y economía, debe intentarse que el máximo sean de casa y no fichar jugadores en puestos cubiertos por la cantera. Por ejemplo, Asper, Westerveld o Bravo no debían haber llegado previo pago de ocho millones de euros por traspasos cuando Alberto, Riesgo y Zubikarai garantizaban presente y futuro. Ni pagar 20 por Lee, Demetradze, Nihat y Kovacevic para imposibilitar la eclosión de Joseba Llorente. Y no se debieron pagar 3 por Rivas cuando hay medios centros en Zubieta para dar y regalar. Si algo dejó claro la due diligence es que la Real está en la crisis actual por los gastos en traspasos y fichas caras. Incluso ahora que no se pueden pagar traspasos por incorporaciones, deberían ser menos.
Por ejemplo, Zuhaitz Gurrutxaga era mejor fichaje que De la Bella porque aporta lo que más necesita la Real, agresividad, experiencia, velocidad y puede jugar en los cuatro puestos de la defensa. O Illarramendi, Ros y Beobide podían cubrir el puesto de Rivas cobrando diez veces menos. Es en el verano donde se debe primar la condición de canterano sobre las incorporaciones. A partir de ahí, que jueguen los mejores, aunque no es malo que la afición se ilusione viendo que los mejores son los que da su cantera.