El Consejo Rector de Fagor Ederlan Tafalla ha presentado un ERE que supone la rescisión de 124 despidos de los 231 trabajadores no cooperativistas. La plantilla se compone además de otros 401 socios cooperativistas desde que el grupo Mondragón se hizo con la factoría.

La dirección de la empresa ha alegado que la necesidad de ajustar la producción a los pedidos hace que exista un exceso de plantilla. En un principio, propuso un recorte salarial del 6,3%, una medida similar a la que los socios han adoptados para este año y los dos siguientes.

Sin embargo, el comité propuso trabajar un día al mes sin cobrar, propuesta que fue rechazada por la empresa. UGT afirmó ayer que aceptará prejubilaciones si hay un acuerdo, pero nunca admitirá «ni un solo despido traumático».

Santiago Brun, miembro del comité de empresa por la UGT, indicó que podrían llevarse a cabo unas 90 prejubilaciones de trabajadores de 58 a 60 años, pero rechazó la propuesta de la dirección de retirar el ERE si se bajan los salarios un 6,30% por «no ser seria».

UGT pide apoyo a Madrid

Por otro lado, La sección sindical de UGT se reunirá el próximo martes con el director general de Industria del Gobierno español, al que pedirá una mayor implicación del Estado en el futuro de la planta, auxiliar del sector de la automoción.

El secretario general de MCA-UGT de Nafarroa, Lorenzo Ríos, afirmó ayer que les consta que la dirección del grupo está dispuesto a realizar en la planta unas inversiones cercanas a 65 millones de euros en dos fases para una nueva nave de premecanizado.

Ríos indicó que, al parecer, el Gobierno de Nafarroa ya habría facilitado avales para desarrollar la primera fase a partir de este mismo año y estarían aún por formalizar los avales para la segunda fase.

El sindicalista aseguró que la factoría, cuya producción se ha reducido un 45% respecto al año pasado, se encuentra, como el resto de auxiliares de la automoción, en una situación «complicada, espinosa y laberíntica» y a corto y medio plazo no observa perspectivas de que se vayan a recuperar los umbrales de rentabilidad anteriores a la crisis.